Padre por 1/8 de día

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Está saltando en su cama de un lado a otro, procurando aun mantener su peinado intacto, pero esta feliz por el simple hecho de que ama a esas niñas.

Baja con cuidado y mirándose al espejo se auto aprueba, va directo a la sala donde ha dejado las cajas de regalos. Como no las pudo ver los días antes y después de su cumpleaños planea darles la sorpresa esta vez.
Sale del departamento con una sonrisa en su rostro.

El camino es un poco abochornoso por tanta gente, sin embargo llega feliz a un restaurante familiar y piensa que en otras circunstancias esto podría haber sido algo realmente hermoso.

Abre la puerta con dificultad tratando de no maltratar las cajas y le basta con solo escuchar el grito de esas dos para agrandar más su sonrisa.

— ¡Sehun-oppa!— chilla la más pequeña para que la suba a sus brazos.

El nombrado se acerca a la mesa y deja los regalos sobre esta, le da una sonrisa a su novio y toma a la niña gustoso.

— Young Mi, linda ¿cómo estas?— pregunta apretándole las mejillas.

— ¡Abrazo!— dice emocionada, mientras se pega a su pecho.

— ¡Abrazo!— dice Mei también.

Le acariciá su cabello con amor sendose frente a Luhan.

— ¿Esto es para ellas— pregunta divertido.

—Sí— responde con un poco de vergüenza.

— Te he dicho que no debes de consentirlas cada vez que las vez.

— Lo sé pero esto es por su cumpleaños pasado.

— No fuiste ...— reclama la niña que se esconde bajo el regazo de Luhan.

— Lo siento Mei, no pude ir.

— Nunca vas a casa— se limpia las lágrimas que comienzan a salir por sus ojitos. Sehun se queda pasmado pensando en que sería lo ideal para contestarle a una niña de solo cinco años pero Luhan comienza a limpiarles las lágrimas antes que comiencen a invadir toda su linda carita.

— Sehun se ha perdido de camino a casa ¿verdad?

— Oh... sí, claro, deberías de hacerme un mapa— le sonríe y la pequeña le cree un poco.

— Te haré uno pero debes venir al próximo— la niña parece alegre solo por ese simple hecho. En ese momento admira la capacidad que tienen ellos para perdonar. Son tan frágiles pero tan fuertes. hablando de fuerza aun sostiene a Young Mi que parece aferrase a él con fuerza.

— Vamos cariño déjalo ¿No quieres abrir tu regalo?— dice tentador Luhan.

— ¡Sí!— grita emocionada acercando sus manitas a la caja. Ver a ambas con esa sonrisa al descubrir unas lindas muñecas detrás del papel de regalo no tiene precio. Sehun esta felíz y Luhan le patea por debajo desorientándolo un poco. Las niñas salen corriendo al área de juegos.

—Auch— se queja.

— Te he dicho que no las malcríes, tonto—y deja que su pie llegue hasta la parte mas sensible, rozándolo.

— Lu... Luhan, deja de hacer eso, es un restaurante familiar.

— Nadie nos ve.

— Aquí no.

— ¿Quieres ir a hacerlo a los baños?

— No— niega rápidamente—, por dios déjalo dentro de tus pantalones por un día.

— Si quisiera tenerlo dentro no habría hecho que vinieras.— Y eso le dolió más de lo que debería, intento que sus palabras no le afectaran demasiado. Luhan pareció captar lo que le molesto.— Yo no quise decirlo así..

— Dejalo...

Se quedaron en silencio unos minutos, la mesera llega a pedir sus órdenes y a falta de niños en la mesa los mira extrañada. Luhan la ignora y pide para él pensando que no tenia caso pedir para las niñas si estarían jugando.

La mesera coquetea con Sehun quién le pareció realmente guapo y de su edad. Hasta que Luhan carraspea incómodo y es así que ella regresa a la realidad, enfrentándose con una mirada asesina.

— La orden cinco— dice rápido el mayor.

— A mi tráeme la... — duda unos segundos— la ocho.

— Enseguida, lindo— dice guiñándole un ojo. Sehun se ruboriza de los pies a la cabeza y la mesera termina por irse.

— Estúpida— suelta molesto el otro.

—Vamos platícame que hiciste en tu semana...— parece rogarle porque le cuente algo de su vida aunque sabe casi todo.

— No mucho realmente pero mi jefe me ha dejado a cargo del financiamiento de un proyecto y será agotador.

Comienzan a hablar aun después de que les traen la comida y esta vez Sehun ignora a la chica para que Luhan no se moleste de nuevo. Estaban apunto de terminar cuando Young Mi vino corriendo a ellos.

— Papi— se queja.

— ¿Dime, cariño?

— Mei me ha quitado mi muñeca.

— Te he dicho que...— Luhan fue interrumpido por su novio.

— Yo iré, ven ¿Por que te la ha quitado?— pregunta mientras va con ella tomados de la manos hacia los juegos, no sin antes girar y guiñarle un ojo a Luhan.

— Deja de malcriar a mis hijas— dice en un tono divertido.

Sehun ama a esas niñas casi mas de lo que amaba a Luhan. A sus veintidós considera que la experiencia de ser padre es maravillosa y hasta ese momento ser un amante no suena tan malo.

El amante [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora