One Destiny And Fear- [Retos/Ohe Shot]

Segundo reto: Miedo a perderte

Hola, criaturitas. Bienvenido al segundo reto, el cual consiste hacer un extra para alguna de las obras concursantes. Esta es la primera parte, con el one shot de "Miedo a perderte" siguiendo un poco con la temática de Víctor pero ahora narrando el capítulo 12 del anime.

Sin más preámbulo, espero que lo disfruten :)

—¿Podemos hablar, Víctor?

Eso fue lo que dijo Yuuri cuando regresaron al hotel, después de que ambos hubieran salido a cenar una vez que la competición acabara. Al escucharle hablar, Víctor lo único que hizo fue esbozar una sonrisa hacia Yuuri para indicar que no había problema.

—Pero antes me gustaría darme una ducha, ¿me esperarías un poco, Yuuri?

El nombrado asintió despacio, y sin decir nada, se dirigió directo a su maleta, comenzando a revisar algo entre sus cosas con una expresión seria. A Víctor le preocupaba la actitud que veía en Yuuri desde que la primera fase del Grand Prix Final terminó. Quizás su pupilo se sentía desanimado por haber quedado en la cuarta posición ese día en el programa corto, siendo que generalmente las posibilidades de obtener el primer lugar de la competencia eran escasas si el patinador no se posicionaba dentro de los tres primeros lugares en esta primera fase.

«Aunque todo puede pasar»

Aquellas palabras que Yakov solía decir aparecieron en la mente de Víctor. Cuando era más joven, a su viejo entrenador le gustaba recordarle que no diera nada por sentado estando en una competencia; no por ir en último lugar en lo preliminar significaba que no fueras a ganar, e incluso no por ir en primero —lo que aplicaba más para Víctor— tenías todo asegurado. Por más que el peliplateado trató de explicar dicha idea a Yuuri en la cena, con el propósito de que su estudiante no se pusiera más ansioso de lo normal, al final pareció que no logró demasiado. Tal vez el ruso todavía no tenía ni el temple ni el aire de sabiduría que alguien como Yakov, con bastante tiempo de experiencia como entrenador, reflejaba.

Con un suspiro, Víctor tomó lo que necesitaba para la ducha que iba a tener, y sin desperdiciar la oportunidad de echarle un vistazo a Yuuri por última vez, se encerró en el baño del hotel. Una vez adentro, tiró de una de las llaves de la regadera, dejando que las preocupaciones corrieran justo como lo hacía el agua.

Víctor duró el suficiente tiempo con la mente en blanco para terminar de bañarse y salir de la regadera, sin embargo, al final su cabeza encontró una manera de regresar a Yuuri otra vez, casi como si fuera una costumbre. Le pasaba tantas veces ya que el japonés parecía haberse convertido en el cauce común al cual se hilaban todos y cada uno de sus pensamientos.

El ruso seguía temiendo que algo no tuviera tranquilo a Yuuri. Como si la ansiedad fuera una sombra que se cerniera sobre su pupilo, Víctor sabía ver su llegada, presentir su indeseada presencia, él se había acostumbrado a detectar los demonios de Yuuri casi como si fueran los suyos.