Extra para el OS "No importa el destino"
Con la mano sobre un libro abierto y un termo a medio llenar de café, Yuuri esperaba.
Afuera llovía, el omega observaba rebotar a las gotas de lluvia contra todo lo que se encontraban desde su cómoda posición, sentado en el sofá de la sala. La mañana en la ciudad de Tokyo amaneció de esa manera, como si el mismo cielo supiera el humor con el que Yuuri se levantó unas horas antes.
El pelinegro ya se había rendido con la idea de conciliar el sueño desde hace algunas horas atrás, por lo que decidió ir a la sala a distraerse con algo que leer. Tal vez su necesidad realmente era escapar de aquella cama impregnada de sudor, de esa habitación que lo encapsulaba hasta sofocarlo. Para él, era insoportable estar en su cuarto en aquellas épocas, el olor que en ese momento impregnaba le desagradaba.
Los días de celo eran los peores de una u otra forma. Yuuri aborrecía la hora en que sentía los primeros síntomas.
Aunque la mayor parte del día era capaz de controlarlos con supresores, por las noches solía pasar la cúspide de su padecimiento. Quizás la razón era que, si Yuuri se encontraba dormido, era obvio que no iba a estar tomando una pastilla tras otra una vez que se acabara el efecto de la última, y por lo general lo que le despertaba a media noche era sentir su respiración entrecortada, la parte de su entrepierna húmeda sin que él lo quisiera.
Esos son los instantes en los que Yuuri sentía desprecio de sí mismo, odio hacia la naturaleza que le había sido conferida. Su celo siempre le recordaba que vivir sin la presencia de su alfa destinado sería un precio que pagaría con creces. Aunque esperaba que, cuando aquella maldita marca terminara por desaparecer de su piel, el suplicio acabara.
Yuuri seguía esperando, mientras volvía a dar otro sorbo a su café. Esperaba a que los rayos de luz emergieran del horizonte, que dieran el paso a otro día más, que los segundos pasaran, llevándose la noche, llevándose poco a poco loas amargas sensaciones que estar en celo le causaban, mientras este se desvanecía con el tiempo.
La caja de supresores a su lado se hallaba vacía, después de que el japonés tomara la última pastilla. Se la había echado encima de la lengua, trangándola con un poco de su bebida.
—¿No crees que los tomas como si fueran dulces en lugar de medicina?—Escuchó Yuuri que alguien decía a sus espaldas. No se sorprendió de encontrar a Víctor allí una vez que volteó.
El alfa peliplateado se tallaba los ojos con un bostezo, frotando su cara con la manga de su pijama.
—¿Te desperté?— preguntó Yuuri, sin contestar a la pregunta anterior de Víctor. Él ya sabía que eal alfa no le gustaba demasiado verle abusar de los supresores de esa manera, en especial porque aquellos tratamientos hormonales terminaban causando algún defecto a largo plazo si su uso era excesivo.
—Haces mucho ruido cuando preparas café — dijo el ruso, sonriendo ligeramente.
—Lo siento... —respondió el japonés, agachando la cabeza.
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One Destiny And Fear- [Retos/Ohe Shot]
DiversosConcurso: Escritores sobre el hielo Libro de retos para la categoría •One Shot• Participantes de la alianza: ¶Pajarito de Agua con "No importa el destino" ¶ShaniMee con "Miedo a perderte" Créditos al autora de la imagen: @RhapeSeuhans y prestada par...