narra Mike:
Mi padre se comunicó conmigo en sueños, os contaré con detalle todo lo que soñé después de que me cosiera la herida y cayera de nuevo inconsciente.
Todo era negro, completamente negro y oscuro. Una pequeña llama azul aparece en medio de la oscuridad, empieza a hablarme -hola hijo mío. ¿Me has hechado de menos? yo sí, y tu primo también- me dice -¿mi primo? ¡déjalo en paz! el no ha hecho nada, si quieres algo cojeme a mí- le digo gritando, si no lo e mencionado antes que creo que no, mi primo es la única persona en todo el infierno que no estaba en mi contra de escapar. El siempre me apoya en todo, y si digo todo es TODO.
Es una de las únicas pocas personas que me importan en el infierno, aparte de mis dos mejores amigos Nano y Nana, ¿nombres raros verdad? ellos también me apoyan con todo esto.
-Por favor- le digo -te lo ruego- le digo rogando -vaya, vaya es la primera vez que te escucho decir por favor y que me rueges, es todo un honor para mi, pero no es suficiente, tengo una propuesta para hacerte. Tienes una año, si en un año eres escapaz de sobrevivir, dejaré a ti y a tus amigos en paz. Si ellos sobreviven, claro. Vale cualquier cosa. Solo te pongo una regla: no mueras. Hasta pronto querido hijo- dice mientras la llama poco a poco desaparece.
Entones cuando creo que acaba el sueño una luz aparece ante mi, apareciendo una figura, enseguida la reconozco, Jake.
-no temas- me dice con una vez dulce -todo está bien, estaré a tu lado. Te lo prometo. - justo de que acabe aquel extraño sueño, me despierto poco a poco. Abriendo los ojos lentamente, sin prisas. Ya que estaba bastante cansado.
-Ya despierta- escucho decir a una voz. Cuando termino de abrir los ojos, un chico pelirrojo de ojos azules me mira sonriendo justamente delante de mi cara.
Intento levantarme pero un dolor agudo cerca de mi estómago me lo impide. -Maldición- susurro -este cuerpo humano es muy débil- sigo susurrando, casi no me sale la voz..
-No te esfuerces debe descansar- me dice ayudándome a acomodarme. -¿Y Jake?- pregunto casi sin voz, -el esté bien no te preocupes-dice sonriendo -está haciendo la comida-.
-Menos mal- digo susurrando -eres raro- me dice mirandome con una mirada curiosa pero a la vez sonriendo -nadie en su sano juicio se preocuparía por otra persona en tu estado- yo le miro confundido -yo siempre e sido así- digo con la voz ronca, encogiendome de hombros. Cosa que él hace que se empieze a reir -"humanos, no los entiendo"- pienso.
Alguien abre la puerta con una banedja llena de comida en las manos, cosa que hace que me suene la barriga. -Ya estás depierto- me mira Jake con una mirada de ¿alivio?.
-¿cuanto tiempo llevo, dormido?- le pregunto -2 días- me dice el pelirojo. -Tsk, es demasiado- digo chasqueando la lengua. Ellos me miran extrañados. Jake me da la bandeja, y se sienta juno al pelirojo esperando respuestas. Al darme cuenta empiezo a explicarles lo que me pasó en el sueño.
-Entonces, ¿estarás un año entero, siendo perseguidos por monstruos, y si no sobrevives, nos matarán a todos, incluida la tierra entera? -me dice aquel pelirojo. -Diablos, y si. Mi padre me está atacando con los demonios más fuertes del infierno, no pierde el tiempo.- digo mordiendome las uñas pensativo. -solo espero que él no venga- digo susurrando pensativo. -¿quién?- me pregunta Jake con una mirada fría pero preocupada.
-El demonio más fuerte que existe en el mundo, el zorro de las nueve colas-
