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Abro mis ojos con pesadez mientras escucho la melodía de mi celular que me avisa que alguien me llama. Estiró la mano hasta el buró que se encuentra a un lado de mi cama y sin siquiera ver de quién se trata lo llevo hasta mi oreja.

- Hola — Digo somnolienta.

- Hey Isa — La chillona voz de mi mejor amiga April se escucha al otro lado.

- ¿Qué ocurre? — Contestó mientras me rasco los ojos.

- Necesito que me prestes tú blusa.

- ¿Blusa?

- Si, la de estampado de mariposa.

- ¿De manera que me despiertas sólo para pedirme una blusa?, No me jodas April — Suelto con enfadada

- ¿Estabas durmiendo? — Ruedo los ojos.

- Si.

- ¿Entonces no vas a trabajar hoy?.

- Si, si voy a trabajar ¿Por qué?.

- ¿Y por que estabas durmiendo?

- ¡Por que tenía sueño April! — Exclamó irritada. Esta chica me pone de los nervios. Escucho su risa al otro lado.

- ¿Entras a trabajar a las tres ¿no?.

- Si — Contestó ya cansada e irritada de tanta pregunta.

- Púes amiga mía dejame decirte que son las dos cincuenta y tres.

- ¿Dos cincuenta y tres? — Despegó el móvil de mi oreja y veo la hora — ¡Dos cincuenta y tres!

Pego un brincó de mi cama y camino desesperada por la habitación con el teléfono en la mano.

- Entonces... ¿Si me prestas tú blusa?.

- ¡April estoy a punto de llegar tarde a mi trabajó y tú ¿solo te preocupas por una blusa?! ¡No jodas! — Pongo el celular en altavoz y comienzó a buscar mis zapatos por todos lados.

- Si bueno es lo menos que me merezco en agradecimiento por despertarte e impedir que faltarás a tu trabajo — Me recrimina enojada. Terminó de ponerme los zapatos y respiró hondo. Realmente si le tengo que agradecer el que me haya despertado ya que anoche me dormí muy tarde terminando de leer un libro y haciendo un ensayo de el para entregar hoy en la universidad a primera hora.
Tomo mi bolso y llevo de nuevo el celular a mi oreja mientras bajo las escaleras corriendo.

- De acuerdo te presto la blusa, ven a buscarla ya sabes dónde está la copia de las llaves.

- ¡Gracias isa eres la mejor te amo! Luego te cuento cómo me fue en la cita con George.

- ¿George?. Este es nuevo eh — Le hago un bailoteo con las cejas sonriendo aunque es estupido por que ella no puede verme. Me doy un golpe en la frente y me dedico a caminar apresurada a mi trabajó.

- No me hagas sentir como una zorra Isabella — "Este sie es el indicado". Terminó por ella en mi mente. April nunca ha tenido buena suerte con los chicos, todos resultan ser unos imbéciles que buscan acostarse con ella y al conseguirlo simplemente dejan de buscarla. Y bueno yo no salgo con nadie ya que con la universidad y el trabajo de medio turno como mesera en la cafetería ni tiempo de pensar en un chico tengo, y tampoco es como que me den ganas de interesarme en uno. — Este si es el indicado.

- Si claro, luego me cuentas qué tal por que ya estoy llegando al trabajo.

- Está bien hablamos luego, bye.

- Bye.

Me dirijo apresurada a la puerta trasera de la cafetería y camino hasta la pequeña cocina.

SRA. HALE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora