Tal como eres ♡ Kaisoo

1.

La casa en la que vivían los miembros de EXO estaba en absoluto silencio, siendo pasadas las 12 de la noche.

Solamente a Kim JongIn se le ocurría comer tan tarde, y por supuesto, como no sabía hacer un huevo sin salir lloriqueando de la cocina porque Hyung~ me cayó aceite en las manos, su bajito novio se levantó de la cómoda cama que compartían para complacer al madrugador estómago de su moreno.

─ Kyung no es necesario, en serio... Puedo ir yo mismo. ─ Dijo JongIn mientras veía al vocalista ponerse los zapatos y encaminarse hacia la puerta.

─ Claro, para que hagas un desastre en la cocina a las una de la madrugada... no gracias. ─ Murmuró Kyungsoo con una sonrisa y abriendo la puerta lo más silenciosamente que podía para no despertar a nadie, sobre todo a cierto líder, o si no ahí sí que estarían muertos.

Con sigilosos pasos fue hasta la cocina, pasando por la habitación de Chanyeol y Baekhyun, dándose cuenta de que ninguno de los dos se encontraba en ésta; sólo esperaba no ver otra vez los ojos rojos e hinchados en Baek, o el orejón tendría serios problemas, e incluso se llevaría un par de golpes.
Aunque si le preguntan por los golpes, él sólo lo hacía por defender a su mejor amigo.

Llegó a la cocina y sacó las cosas necesarias para hacer un sándwich.

Estaba enamorado, pero ni loco se pondría a hacer Ramen sólo para uno a esas horas de la noche.
Se dispuso a comenzar a prepararlo, poniendo el jamón y queso en medio de las rebanadas de pan, cuando sintió unas grandes manos posarse en su cintura, dando un ligero apretón para llamar su atención, para luego sentir como unos brazos lo envolvían desde atrás, y un beso era depositado donde termina su oreja.

─ Jagi, te demoras demasiado. ─ Alegó JongIn con voz seductora, suspirando en su oído.

─ ¿Pero que dices Nini? Si acabo de salir de la habitación. ─ Se rió Kyungsoo por las cosquillas que causaba el otro en su cuello.

─ Lo sé, pero mis manos extrañaron tu cintura, mi cadera extrañó tu muslo y mi boca extrañó tu frente. ─ Comentó JongIn volteando al bajito y depositando un beso en su frente, tomando con una mano su cintura y con la otra subiendo la pierna contraria hasta su cadera.

─ Eres un tonto... mi tonto. ─ Susurró riendo el de ojos redondos, posando sus manos en las mejillas del más alto y dejando salir sólo con él las cursilerías que pasaban por su cabeza cada vez que estaba con el otro, esas que tanto le avergonzaba decir y que tanto le costaba demostrar.
Pero JongIn jamás se burlaría, al contrario, le fascinaba conocer esa parte de su novio que nadie más podía; esa y muchas otras partes.

JongIn dejó que el otro acariciara sus mejillas, alternando su mirada desde los grandes ojos hasta la boca de labios de corazón que tanto le gustaba -a él y a las fans-, para luego cerrar la distancia que los separaba, juntando sus bocas en un beso lento, sin prisas. El alto delineó con su lengua el labio inferior del contrario, pidiendo silenciosamente permiso para entrar en su boca, para que su calor lo recibiera.

Mientras disfrutaban de ese beso, Kyungsoo sintió como las manos contrarias apretaban un poco más y lo impulsaban hacia arriba, sentándolo en la mesa. Pegando un silencioso chillido de sorpresa quiso apartar a JongIn, pero el otro estaba haciendo un excelente trabajo distrayéndolo.

─ Jo-JongIn, basta... puede venir alguien. ─ Kyungsoo murmuró tratando de inútilmente apartar al moreno, mientras sus piernas hormigueaban por las sensaciones que le daba el otro.

JongIn se acomodó entre las piernas del bajito y las apretó, mientras trasladaba los besos desde su boca hasta su cuello.

─ Vamos Kyung, sólo esta vez déjame besarte en éste lugar, donde haces magia con tus manos ─ Murmuró JongIn tratando de persuadir a su novio, a la par que dejaba un chupetón en un pequeño lunar justo en la parte del cuello contrario donde podía sentir como se le aceleraba el pulso. ─ Sólo esta vez, por favor.