MMM ¿FROZEN?

¿Y SI HACEMOS UN MUÑECO?

Yugyeom suspiro, llevaba semanas sin ver a su herman¿a?,  estaba aburrido, el reloj movía sus manecillas cada dos horas según la percepción de Yugyeom.

Se acostó en el suelo mientras sus pies finjian ser las manecillas del reloj, su castillo estaba silencioso, era abrumadora la cantidad de silencio, quería gritar y hacer que todo ese silencio se fuera.

Empezó a jugar con sus muñecas, no era que le gustara mucho, pero sus juguetes le recordaban a cuando se pasaba las tardes jugando con Youngjae.

¿Por qué rayos ni siquiera sale a comer?— Yugyeom estaba sentado en la gran mesa— ¿Por qué se sientan tan lejos, si solo somos tres?— le pregunto a sus padres quienes parecían hormigas desde su asiento, para que una mesa tan grande para una familia chica.

Jaebum suspiro, su hijo cada vez se volvia más molestó en el sentido de hacer un millón de preguntas por lo mismo.

mira....antes en este mismo castillo supongo que vivía una familia muy grande y nos dejaron todo esto— Jinyoung sonrió mirando a su hijo, admitía que pensaba igual que Yugyeom, esa mesa era muy grande para ellos.

hoo buen punto— Yugyeom quedó satisfecho con la respuesta de su segunda pregunta.— pero....y Youngjae— volvió a insistir con su hermano

ella está dormido— contesto Jaebum retomando su bocado.

mmm duerme mucho— Yugyeom acepto la respuesta después de todo Youngjae aún cuando los dos estaban juntos dormía la mitad del día.

Comieron tranquilamente después de aquello, aburrido para Yugyeom, extrañaba las risas de su hermano.

debe odiarme— suspiro Youngjae encerrado en su cuarto aguantando las ganas de bajar a comer— debería odiarme si no lo hace— se hizo bolita mientras daba un lastimero suspiro nuevamente

Ahora ya ni siquiera podía hablarle, ya no podía jugar y mucho menos comer con ellos, extrañaba a su familia, quería estar como antes. Era tan difícil vivir encerrado.

lo siento— susurró al aire, esperando que Yugyeom pudiera perdonarlo algún día por lo que le hizo.  Ya no podía quererlo como antes.

una hora después entraron sus papás para darle su porción de comida. El tan sólo asintió mientras dejaba que la pusieran en su mesita. Ni siquiera los vio, estaba molesto y dolido con ellos.

Porque rayos hago esto, se supone que debería cambiar la historia, no quiero que mueran, no quiero hacer daño, pero siempre que los veo mi voz no sale y mi cuerpo no responde

La noche llego y con ello el paso de estaciones.

Yugyeom se había levantado temprano, se encaminó como zombie a la sala, pero antes de llegar vio la ventana. El paisaje era blanco, ¡La nieve había llegado!.

Yugyeom corrió emocionado al cuarto de Youngjae, todo rastro de sueño había desaparecido. Ahora su sonrisa predominaba y su energía había sido expuesta. Al llegar al cuarto toco la puerta con entusiasmo.

Youngjae vamos sal, la nieve ah llegado— le dijo, pero no recibió respuesta por su hermano— vamos quiero jugar— hizo un puchero, pero recordó que no era visto.

Youngjae se había levantado con el toque en su puerta, vio su ventana y vio con una sonrisa que había llegado el invierno, se acercó a esta y recordó todos los juegos. Hasta que escucho la voz de Yugyeom, se acercó para abrir la puerta, pero se detuvo antes de jalar la perilla. No podía, sus papás se lo habían prohibido.

YOUNGJAE ABRE— Yugyeom no se rendía, este pensaba que tal vez seguía durmiendo, después de todo era algo temprano.— ahh, vamos despierta si es que estás durmiendo— se rió mientras intentaba hacer sonar su voz más fuerte.