NO ME RETES OVIEDO [GMLRS]

6.

Narra Daniel

En este momento no sé bien que hacer, si irme dejándola ahí sin respuestas, o quedarme a hablar con ella, y opto por la siguiente, no me quiero ir, no puedo, quiero estar con ella.

-La primera y última vez que entras en mi habitación sin mi permiso - dice frunciendo el ceño muy enfadada-

No me esperaba esa reacción, hace nada estaba super bien conmigo, no sé que le pasa, quiero saberlo, ayudarla, pero su actitud no deja que nadie entre en su vida.

-Lo siento, no quería despertarte - respondo mirándola y acercándome a su cama-
-Pues me has despertado, enhorabuena ¿contento?
-No te pongas así anda - le digo sonriendo y cojiendole las manos-
-No estoy de ninguna manera, soy así, ya te lo dije - dice intentando no sonreir, lo noto-
-Conmigo no estabas así antes, ¿Porqué te comportas de esa manera?
-Daniel , no te importa, ve con mi madre, hazla feliz, déjame -dice echándose en la cama mirando hacia la pared-
-Quiero estar contigo -le acarició la espalda despacio-
-No me toques Daniel -dice mientras noto su piel estremecerse-
-¿Algún día me contarás el porque de tu actitud?

Gira su cuerpo mirándome y veo como un río de lágrimas recorre su mejilla, me duele verla así, y ni yo mismo lo entiendo, solo he tenido dos ratos con ella, y me tiene así, loco por ella, y no me da miedo admitirlo, pero ella es tan frágil y dura a la vez.

-No me llores, eres preciosa -paso mis dedos limpiando el recorrido de sus lágrimas-
-Daniel, me han echo daño, mucho daño, no confío en nadie, no quiero que te acerques a mí, no quiero sentir cosas por ti, no quiero volver a llevarme el chasco de mi vida, no quiero encerrarme en una habitación un día entero, llorando y lamentándome el haberte querido, no quiero , me niego, no quiero volver a sufrir, no me lo merezco - responde mirándome con los ojos llorosos-

Y para mi sorpresa se abalanza hacía mí dándome un abrazo muy tierno y con mucha fuerza, que es correspondido con las mismas ganas e incluso más, sentirla conmigo es lo más bonito que me ha podido pasar, es tan especial, por eso me tiene tan loco.

-No te voy a fallar te lo prometo - susurro en su oído pegándola más a mi pecho-
-Daniel, no puedo confiar en tí -me dice alejándose y levantándose de la cama-Por favor, vete, aléjate de mí, eres el novio de mi madre, no sé en que estaba pensando.

Sí y esas palabras me duelen y se clavan en mi alma como un puñal, ¿tan imposible es?, yo sigo sin creerme lo que mi corazón está sintiendo en estos días con ella, ¿Porqué ha tenido que ser ella? Es la niña equivocada para mí, para que voy a mentir, pero voy a luchar por ella, cueste lo que cueste, y voy a intentar salir del lío en el que estoy metido.

-¿Puedo verte esta noche? -le pregunto no muy convencido-
-¿Para que Daniel? Ve con mi madre, ella querrá estar contigo esta noche yo sin embargo, no -dice volviendo la cara hacía un lado-

NARRA KENDRA

No puedo mirarlo a la cara, aceptaría estar con él esta noche, y no quiero que pase eso, su mirada me intimida, me transmite muchísimo amor, cosa que nunca nadie va a sentir por mí, seguro que sentirá pena por ver a la hija de su novia llorar por cosas del pasado.

-Quiero estar contigo -responde acercándose a mí-
-Yo no Daniel, y por favor , si eres tan amable déjame sola -digo mientras abro el cajón de la mesita de noche sacando un cigarro y posándolo en mi boca-
-Baja a cenar aunque sea, nos vemos esta noche -dice y seguidamente se marcha con una sonrisa-

Kendra que te está pasando con este chico y por que estás bajando para cenar.

Visualizo la escena del salón, mi madre sentada encima de él dándole caricias y él con su mirada fija centrada en la pared.

-¿Que hay de cena? -pregunto sentándome en la mesa del comedor-
-Ah, hola hija, tengo hamburguesas ¿Te apetece? -dice levantándose de encima de Daniel, y él ya nombrado posa su mirada en mi-
-Claro mama perfecto.
-Daniel, ¿Puedes poner la mesa con mi hija, mientras yo preparo las hamburguesas?
-Claro sin problema -dice levantándose y dirigiéndose a la cocina-

Y sin más remedio, me levantó y voy detrás de él, para coger varios vasos para ponerlos en la
mesa, no sin antes, la atenta mirada de Daniel puesta en mí.

Comemos en un gran silencio que inunda el salón, y mi madre lo rompe de una forma muy directa.

-¿Ya os conocéis? - nos pregunta mirándonos-
-He tenido la suerte de hablar con su hija y tiene una hija maravillosa -responde mirándome y poniendo su sonrisa intacta-
-Es buena gente - me limito a decir-
-Pues me viene de perlas, esta noche tengo que salir debido a unos asuntos ¿Te quedas con él vale cariño-

No me da tiempo a responder, cuando se levanta coge su bolso y sale por la puerta disparada, y aquí me encuentro Daniel mirándome, ¿como no?,veo como se levanta y se acerca a mí, despacio me levanta de la silla y me coge de las piernas impulsándome para subirme a él como un koala, no entiendo que hace, pero me siento bien, y no me gusta, aunque a la vez estoy sorprendida,después de aquello,  no había dejado que ningún hombre se acercará tanto a mí, y pues a día de hoy, me encuentro encima de Daniel, sin saber que hacer ni que decir, pero él lo tiene claro.

-Kendra por favor, bésame...