Capítulo 5

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Carlos estaba observando desde su silla, podía ver en su mirada que la chica italiana estaba nerviosa. Sus manos se movían y sus mejillas estaban de un tono rosa. Estaba nerviosa.

-Adelante señorita D'Angelo, tome asiento.


El cuerpo de Isabelle se estremeció con escuchar su voz, grave, demasiado para Isabelle, ya que cuando lo escucho sintió escalofríos por todo su cuerpo. Además, se sentía incómoda, al parecer su sentir sexual se intensificó.

Necesitaba salir en cuanto antes de ahí.


Le costaba trabajo caminar, se sentía incómoda, sus bragas estaban demasiado mojadas, jamás le había sucedido, pero definitivamente le gustaba, sentirse tan mojada, algo que era solo para ella


Tomó asiento enfrente de su jefe, además era perfecto para Carlos porque pudo observarla mejor: labios carnosos, ojos café claro, y claro su punto débil: buenas tetas.


-Supongo que ya sabrá la razón por la que está aquí, mi secretaria trabaja para mi desde tiempo atrás, sin embargo, ella decidió dejar el puesto por situaciones personales, así que ella la ha elegido a usted.

- ¿A mí?

-Por supuesto. Usted ha sido seleccionada. Tanto mi secretaria como yo leímos su expediente laboral y la hemos observado, su trabajo es bastante bueno, así que por esa razón ocupara este nuevo puesto.


-Pero yo no sé nada de lo que debo hacer, señor.

¡Mierda! Esa voz tan suave... lo estaba llevando al límite.

-De eso no habrá ningún problema, antes de irse, Krystal la capacitará para que pueda tomar control total.

La vio pensativa, suponía que pensaba en el dinero.


-Si piensas acerca del sueldo, no te preocupes. Ser mi secretaria requiere estar conmigo casi las veinticuatro horas del día, horas extras, incluso manejar mi agenda, contactos, así que si, tu suelo incrementara, bastante a comparación a lo que ganabas en Recursos Humanos.

La vio bajar su rostro hacia el suelo, dejando caer unos mechones sobre su perfecto rostro

- De acuerdo, señor.

-También me gustaría aclarar otros puntos. La puntualidad, no tolero la gente que no toma su trabajo con suma importancia, así que usted debe de llegar a la hora que se establece en la empresa, como el que le pueda llegar a solicitar si solo lo requiero, ¿Esta claro? De lo contrario habrá una sanción si llega a fallar.

Isabelle no controlo sus pensamientos. ¿Sanción?

¿Qué tipo de sanción?


-¿Está todo claro?


-Si, señor Morgan.


- De acuerdo, puede retirarse, mañana comenzará a las ocho de la mañana, yo hablaré con su antiguo jefe para que realice el cambio de sus cosas.


Carlos decidió dejarla ir, necesitaba liberarse en cualquier momento su pene se excitó y le dolía. Necesitaba liberarse, esa mujer tenía un porte que la hacia ver lo suficientemente caliente para él, y eso que aún no había logrado tocarla.


-Puede retirarse- Observó a Isabelle levantarse, lo observo unos cuantos segundos para después abandonar su oficina, caminando moviendo ligeramente sus caderas.


La morena salió de la oficina, esos pequeños minutos con el parecían como si hubieran sido horas, es más, cuando salió, sentía que por fin podía respirar, por completo. Tenerlo frente a ella fue demasiado, sus penetrantes ojos y sus facciones duras imponían, era por eso que todo el mundo decía que era muy duro, pero para ella, en vez de ser intimidada, solo hizo que se volviera mas atractivo para ella.

Camino de manera incomoda al elevador para regresar a su piso, aun sentía como sus bragas seguían mojadas de con tan solo verlo. No podía creer que un hombre como el, hiciera tanto efecto en ella, aunque se dio cuenta que no podía andar así en lo que restaba de sus horas de trabajo, por lo que al llegar a su piso se dirigió a los baños, entro a un cubículo, cerró la puerta de este, se levantó su falda y se bajó las bragas.

En efecto estaba mojada, demasiado.

La morena cogió rápidamente papel y comenzó a limpiarse para sentirse un poco más cómoda en lo que restaba de su día , coloco de nuevo las bragas y su falda perfectamente y salió del cubículo, se lavó las manos y se fijó que todo estuviera en orden y regresó a su asiento para terminar sus últimos deberes dentro de ese departamento.

Entre Los Brazos Del Jefe © Disponible En DreameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora