Things of love. ❤️MinShua ❤️

CAPÍTULO ÚNICO.

Durante toda mi vida, en mis veinte años, he creído que si quieres algo debes luchar hasta conseguirlo; de hecho, esas son las típicas palabras que te diría alguien a quien le importas con tal de motivarte para que logres un objetivo.

En mi caso, no necesito que alguien me lo diga; siempre he creído fielmente en eso sin necesidad de palabras de aliento, pues es cierto que con trabajo duro y empeño las cosas llegan tarde o temprano.

Sin embargo, justo ahora estoy en conflicto con aquel sabio consejo, pues me he cuestionado algo que no me deja en paz y necesito descubrirlo, ¿aplica igual para conseguir el amor de alguien?

Estamos de acuerdo en que no es algo tan simple, no es como una calificación parcial la cual obtienes favorablemente estudiando, tampoco aplica para ese teléfono que tanto anhelas y consigues ahorrando cada quincena.

No; definitivamente el amor es distinto, no es un objeto ni una nota escolar, ¿tiene tan siquiera una definición precisa?

Las personas que están perdidamente enamoradas podrán decir que, de hecho, amar a alguien es tan sencillo como conocerse a uno mismo porque en esa persona encuentras tu perfecto complemento. Pero entonces, si yo no estoy seguro de conocerme a mí mismo, ¿será difícil enamorarme?

Mi última semana y media se ha ido básicamente pensando en esa red de dudas, y es que no es como que me guste perder el tiempo en pensamientos que vienen de un momento a otro o cosas que haya visto en la televisión; más bien, todo es culpa de cierta persona de la cual hablaré a continuación.

Lo vi hace poco más de una semana, tomé el autobús hacia el colegio como cada día, nada especial o fuera de lo común. Escuché algo de música durante el trayecto para así dispersar el sueño que aún recaía sobre mí.

El autobús se detuvo por un momento y fue ahí que la persona dueña de mis dudas existenciales abordó el transporte.

No sé cómo describirlo tan siquiera, nunca he sido bueno para esas cosas, pero si me permiten hacerlo a mi manera, entonces diré que era la perfecta definición de belleza y delicadeza en su más puro estado. Todo en mi interior se revolvió, no es como cuando recibes una noticia importante o como cuando te dan tus notas en el colegio y resulta que aprobaste todas; no, esto era diferente y mucho mejor.

Mis ojos se posaron sobre él hasta que tomó asiento y aún después de eso lo miré por unos cuantos segundos más hasta que me di cuenta de que estaba siendo demasiado obvio. Pero vamos, yo sentía que algo había cambiado en ese corto viaje y ni siquiera conocía al chico en cuestión.

Aquí es cuando me pregunto, ¿estar enamorado te entorpece o sólo te distrae? ¿Es realmente amor o solo atracción?

Yo creo que es todo lo anterior.

Decidí hablar con él, decir que no me sentí atraído hacia ese chico sería mentir, así que pensé que debía conocerlo sí o sí, después de todo yo no sabía si él tenía las mismas preferencias que yo y ante todo debía tratarlo para averiguarlo en lugar de acercarme con otras intenciones.

Justo ahí empezó mi torpeza, me dije que le preguntaría cualquier cosa que pasase por mi mente al bajar del autobús y de verdad iba a hacerlo; sin embargo, y muy contrario a mis planes, ¿qué creen? ¡Exacto! Tropecé en el último escalón, cayendo cerca de un arbusto.

El chico por supuesto que lo notó, volteando ante semejante ruido pero por supuesto que me escondí de él enterrando mi cabeza en el césped contiguo para ocultar mi vergüenza y mi dignidad, ignorando a las personas que se acercaban a auxiliarme, así que el chico siguió su camino sin más.

Me puse de pie, levanté mis cosas, excepto por mi dignidad, esa se quedó ahí en el piso mientras yo me dispuse a andar hasta el salón de clases.