Play with me // Jimin // Finalizada

Capítulo 33

Había pasado al menos una semana desde que descubrí el secreto de Jimin. Por otro lado, últimamente parecía más estresado, y estaba segura de que planeaba algo, aunque no me lo dijera.

Estaba en su oficina, lo cual era bastante inusual, si lo había visto tres veces en ella eran muchísimas. Sacó algunos papeles de un sobre amarillo y los colocó sobre su escritorio, el cual únicamente tenía encima algunos lapiceros. Lucía tan concentrado que daba la impresión de que era otra persona.

Después de unos minutos, tiró los papeles sobre el escritorio, rascó su cabeza y suspiró. Sí, efectivamente algo lo atormentaba.

Su celular comenzó a sonar y se levantó de repente, pero no salió de la oficina, simplemente sacó otro sobre de una de las gavetas del escritorio y lo dejó sobre el mismo, mientras atendía la llamada y recargaba de una de sus manos sobre el antiguo mueble.

—¿Yoongi?

En realidad, me encontraba bastante curiosa y dejé a un lado las hojas que me había dado, las cuales eran respecto a la compañía de su abuelo, bueno, la suya. Quería que después le resumiera lo que decía, debido a que tenía muchísimas cosas encima y se le hacía bastante difícil manejarlo; después de todo, se trataba de Jimin, quien nunca se había preocupado en aspectos como esos.

—¿Qué pasa con Taehyung?

Yoongi, sentía que lo había escuchado antes, pero seguramente fue mucho tiempo atrás.

—Si está a punto de enloquecer no es mi problema, porque de todos modos ya lo está. Yoongi, yo no tengo la culpa de que sean tus amigos, tal vez el mundo es demasiado pequeño. ¡¿En cualquier momento?! Me apresuraré.

Llevó la mano que tenía sobre el escritorio y vi que temblaba. En cuanto terminó la llamada, se dejó caer nuevamente en la silla y se giró a verme. Sabía que no quería preocuparme, pero ya no era tan tonta como para no darme cuenta de que su sonrisa era falsa.

—¿Pasa algo? —me atreví a preguntar, pero él pareció pensarlo.

—Últimamente siento que terminaré como Adrien —rió sin gracia, pero sus palabras lograron preocuparme —. Cuando sabes que no estás haciendo las cosas bien, no puedes vivir en paz, es como que si poco a poco una soga se fuese ajustando a mi cuello.

—Sabes que puedes confiar en mí —me acerqué a él y acaricié su cabello, lo que pareció animarlo a hablar.

—Yoongi es uno de esos policías de los cuales no se puede confiar, pero yo puedo hacerlo porque trabaja más para mí que para sus demás compañeros. Ellos están intentando hacer otra orden para invadir el lugar, no soy tonto como para no notar que el supuesto detective merodea el lugar más de lo normal. Estoy acabado— recostó su cabello a mi abdomen.

—Deberías decir todo lo que pasó, tal vez logren comprenderlo.

—Eso no cambiará nada, fui la víctima, pero ahora soy el criminal. Ya dentro de una celda no voy a poder comprar a nadie. Me convertí en el tipo de persona que odié por matar a mi familia. Por querer hacer las cosas bien, más bien lo hice todo mal y sé que si me atrapan no lograré salir nunca, por eso prefiero que me maten, si me encierran no van a dejar que me veas. Soy demasiado egoísta, incluso te arrastré conmigo a todo esto.

—Tuve muchas oportunidades de salir de aquí, pero no lo hice, incluso cuando sabía que ocultabas algo prefería quedarme contigo que irme con mi familia, la cual probablemente me sigue buscando, mientras que yo no quiero alejarme de ti. Yo fui quien tomó la decisión de quedarse, no te culpes por eso —él tomó mi mano y se levantó.