Love don't come easy

Animales, enfermedad y ridículo

Aioria 21 años

Shaka 34 años

16 - Animales

*continuación del anterior flashforward*
*Shaka POV*

Acerco mi torso hacia el tuyo, delineando con la punta de mi nariz los ángulos de tu cara, siguiendo el contorno del mentón poblado por la barba que mantenés perfectamente recortada. Tus manos me toman por las caderas y descienden hasta mis nalgas, queriendo meterse entre ellas. Ay, Aioria...

Me río. Me siento sobre tu pelvis, manteniendo mí torso sobre el tuyo. Tu pene queda entre mis nalgas, ¿es ahí dónde lo querías, no es cierto, Aioria? Lástima que no me la hayas metido todavía, ¿no? Muevo mis caderas lentamente de arriba hacia abajo, refregando tu erección sobre mi piel, sonriendo juguetón contra tus labios, tironeando suavecito con mis dientes del piercing en tu boca.

Debo admitir que tus ojos cerrados y tu boca entreabierta jadeando entre cortado me resultan muy excitantes. Lástima que sepa controlarme y me tome todo con calma.

Te muerdo el mentón, raspando con mis dientes, y desciendo por tu cuello, en un camino zigzagueante lleno de besos, lengua y mordiscos. Llego hasta tu pecho, juego con tus pezones: los lleno de saliva y después los soplo. Me gusta ver como la piel alrededor de ellos se te pone de gallina y los vellos se te erizan.

Me acomodo mejor descendiendo hacia tus cincelados abdominales. Ataco tu ombligo con leves mordiscos, mientras mi mano derecha acaricia tu muslo y comienza por sobarte los testículos.

Tu espalda se arquea un poco y tus piernas se abren permitiendo abarcarlos completamente con mi mano, jugando con ellos, masajeándolos, tironeando un poco.

Abro lugar para mi cuerpo entre tus piernas. Me escurro un poco hasta quedar casi fuera de la cama y apoyo mi mejilla izquierda contra tu ingle. Inspiro profundo dejando que tu aroma me inunde. Hay algo de animal en ello: es el aroma del cuerpo preparado para el sexo, es la esencia de uno llamando al otro...

El deseo llena mi boca de saliva y dejo tus testículos y recorro el largo de tu pene con mi lengua ayudado por mis dedos que lo envuelven. Tus caderas comienzan a moverse al ritmo de mis succiones, se alzan tratando de hacer que meta toda tu pija dentro de mi boca.

La recorro con mi lengua mientras entra y sale, la siento crecer. Escucho tus gemidos lastimeros de león moribundo y me detengo, acariciándote solo con mis manos.

No te puedo dejar acabar, Aioria...

Recién estoy empezando a divertirme.  

*****

17 - Enfermedad

*Aioria POV*

Calor.

Calor por fuera, en el ambiente, en el aire. Respirar es difícil. Cierro los ojos y jadeo intentando en vano llevar un poco de aire fresco a mis pulmones.

Calor por dentro, que nace desde adentro, que quema la piel, como la fiebre de una enfermedad.

Calor que forma pequeñas gotas de sudor, adhiriendo mis cabellos a mi frente, y que en mi pecho se escurren siguiendo el camino que tus manos delinearon sobre los músculos de mi piel hasta perderse dentro de mi ombligo.

Calor en tus manos que comienzan a masajearme los testículos. Calor en tu respiración sobre el cuerpo de mi pene erecto.

Y el infierno en tu boca cuando empezás a chupármela.

Muevo mis caderas buscando acoplarme a tu ritmo. Siento tu lengua recorriéndome milímetro a milímetro. Acelero el ritmo. Quiero que te la tragues por completo. Quiero...

Gemidos que no logro controlar escapan de mi garganta, al tiempo que siento los muslos y los abdominales contraerse. Tu boca me suelta. Abro los ojos y el sudor que empapa mi frente me entra en los ojos haciéndome pestañar.

Siento que el calor que me abrasa por dentro desciende un poco, el suficiente como para dejarme respirar más tranquilo mientras tu mano me acaricia la ingle, se mueve sobre el hueso de mi cadera, vuelve a contrapelo por mi muslo y me masajea las pelotas.

Siento el colchón moverse bajo tu peso y tu cuerpo aparece delante de mi vista, a horcajadas sobre mí. Alzo un poco la cabeza para verte completo. Tus mejillas también están encendidas y tus labios colorados de tanto chupármela. Acaricio tus piernas, subo apretando mis manos contra tu piel y cierro mis dedos entorno a tu erección.

Comienzo a masturbarte. Lento, tomándome mi tiempo.

Pero no es suficiente. Me escurro un poco entre tus piernas y saco mi lengua buscando la punta de tu erección. Yo también quiero probarte: imito tus movimientos sobre mi pija y comienzo a meterla lentamente en mi boca, llevándola al fondo cada vez un poco más.

Tus manos se deslizan entre mis cabellos, corriéndome el flequillo de la frente, peinándome y despeinándome. Alzo la vista y me encuentro con tus ojos verdes. La mirada brillante, vibrante, llena de...

Me atraganto.

Te reís despacito y me recostás sobre la cama. Una de tus manos se cierra sobre mi pija y tus caderas comienzan a descender sobre ella. 

*****

 18 - Ridículo

*Shaka POV*

Sí, así, Aioria, con calma. Nadie nos apura. Tu boca se cierra entorno a mi pene, y tu lengua imita los movimientos que estuve realizando antes. Siseo con los dientes apretados. Sí, así...

Te observo. Te veo así y me dan ganas de hacerte tantas cosas. Pero la mueca en tu cara me hace reír. Te atragantás... y eso que el que estaba llevando el ritmo eras vos.

Ahora, Aioria, vamos a jugar en serio...

Te empujo por los hombros recostándote sobre la cama. Una de mis manos se mueve hacia atrás cerrando entre mis dedos tu erección. La sostengo mientras comienzo a descender mis caderas sobre ella.

La punta de tu pene empuja contra mi entrada. Desciendo un poco más, permitiéndote, de a poco, la entrada a mi cuerpo. Me apoyo en tu pecho a medida que voy bajando y tu erección me penetra, abriendo dulcemente la carne.

Me detengo. Salgo un poco y vuelvo a bajar, esta vez un poco más y así hasta recibirte por completo en mi interior. Oh, Aioria... Arqueo mi espalda un poco hacia atrás y muevo levemente mis caderas hacia delante y atrás... Se siente ridículamente bien.

Comienzo a moverme arriba y abajo. Lento, descubriendo las nuevas sensaciones que tu pija dura en mi culo me ofrece. Si tan solo pudieras ver las expresiones en tu rostro, Aioria...

Apuro un poco el ritmo, usando tu pecho como punto de apoyo. Me tomás por las caderas y acoplas tus movimientos, subiendo la pelvis para profundizar la penetración cuando desciendo. Esta experiencia es tan dulce para mí como para vos, pero tengo la impresión que no vas a durar mucho más. Vamos a tener que trabajar en eso, cachorro...

Continuo cabalgándote a un ritmo un poco más lento. Tus testículos golpean contra mis nalgas con un sonido de lo más obsceno y mi erección salta libre delante de tus ojos que no le quitan la vista de encima. Me apoyo en tus muslos, dándole otro ángulo a la penetración. Siento que tus músculos se contraen y tu pene empieza a palpitar en mi interior.

Estás listo. Tus dedos se hunden en la carne de mis caderas, aprieto mis músculos alrededor de tu pija y te siento morir dentro mío. Tu calor me inunda.

Tu mano se dirige a mi erección desatendida para terminar lo que había empezado antes.
Me muerdo los labios.

Y te sonrío.

*fin de flashforward*

*****

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