CAPITULO 2
Tarde, es demasiado tarde cuando abro los ojos, prácticamente es la hora del almuerzo.
Bajó a la cocina, ahí se encuentran mi mamá y mi hermana, bajo sus ojos se pueden apreciar unas muy notorias ojeras.
Cuando mi mamá me ve, sonríe y se acerca a darme un abrazo.
- Que bueno que despiertas bello durmiente, te hice unos chilaquiles.
- ¿Dónde está papá?, Se supone que es su día libre
- Lo llamaron está mañana y le pidieron que vaya, y bueno, ya conoces a tú papá, no puede decir que no.
- Pero es sábado
- Lo sé, lo que significa que tú tendrás que podar el césped, a menos que tengas cosas que hacer.
A mi madre le gusta bromear sobre el hecho de que no tengo ningún amigo aparte de Jorge, a veces es divertido, pero otras, pueden ser muy crueles. Como ayer durante la cena que me pregunto si los vería durante el verano por andar de fiesta con mis amigos.
- ¿Tienes que ser tan cruel siempre?
- No soy cruel, soy bromista, entonces ¿Podarás el césped? Porque dudo que tú hermana quiera.
Ambos miramos a mi hermana que se quedó mirando sus chilaquiles con tristeza, no sabia que había sido tan importante aquel chico para ella, creí que solo era el típico noviazgo que ambos saben que no durará, pero aun así lo intentan. Supongo que debería hablar con ella, no me gusta que esté de esta manera.
- Claro, no hay problema.
- Gracias, tu padre te lo agradecerá
Resulta que los chilaquiles pueden llegar a ser muy picantes porque cuando llego a la mitad del plato mi cara está completamente roja, estoy sudando a chorros y mi madre y hermana están riéndose.
De repente mi hermana saca una botella de salsa de debajo de la mesa. Creo que alguien ya se siente mejor, porque por un momento puedo ver a la Chloe que fue mi mejor amiga hasta los 15 años. Hasta que lo arruine todo.
Termino de desayunar y salgo al jardín donde se encuentra la cortadora de césped, la agarro y comienzo a podar. Nunca había hecho esto antes, así que no se por donde empezar, ni como, ni si se hacen líneas rectas, diagonales o como sea. Decido hacer líneas diagonales, tal vez así termine más rápido de lo que suele tardar mi papá.
Cuando voy por la mitad la puerta se abre y mi madre y hermana salen con una jarra de limonada y tres vasos, mi madre sonríe, pero en cuanto ve el césped su sonrisa desaparece y Chloe abre los ojos como platos. No entiendo su reacción hasta que me paro en la puerta a contemplar mi obra maestra, la cual de obra maestra no tiene nada.
Todo está disparejo, una parte está más corta que otras, se ven las líneas de los lugares donde pasó la cortadora, es como ver un dibujo que hacen los extraterrestres en los campos de cultivo que muestran en la televisión. Solo que deforme.
- Creo que tu padre esta por llegar, por que no lo dejas así, no te molestes, tú toma un vaso de limonada y descansa, te lo mereces por esforzarte en hacer... esto.
- ¿Segura?, por que no me importa hacer el re...
- ¡No! -dice, casi gritando, rápidamente- Quiero decir, que no preocupes tu padre podrá hacerlo. De hecho, acaba de llamar, esta de camino y viene con Charlie para que lo lleven al cine o a la feria.
- Ya ves Mason, al menos tendrás algo que hacer además de mirar el techo por horas pensando en los amigos que no tienes -Se burla mi hermana.
Charlie es el hijo del jefe de mi padre, algunas veces lo trae para que Chloe o yo lo llevemos de paseo. No es la primera vez que lo tenemos que hacer y sigo sin entender el porqué.
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pistas de un amigo
Teen FictionHa pasado un año desde que a su padre le ofrecieron ser supervisor en la firma de abogados más prestigiada de Kentucky, un año desde que se mudó desde Londres, dejando a sus amigos atrás. A pesar de haber pasado un año, Mason aún no se acostumbra a...