Tattoo.

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Sentía que la cama se movía, y aquello me estaba molestando, miré a la persona que saltaba en la cama y era Zayn.

—¿Quién te dejó entrar Zayn? — bostecé sin querer salir de la cama.

—Dominique — sonrió —Levántate, perezosa — seguía saltando, parecía un niño.

—Zayn, ¿qué hora es? — respondí frotándome los ojos.

—Las once. ¡Arriba! — se veía emocionado.

—Estoy cansada, me dormí tarde ayer — le lancé una almohada.

—Barbie, dijiste que me acompañarías — se bajó de la cama.

—Ni siquiera me has dicho a donde quieres ir — lo miré obvia.

—Si me acompañas, lo sabrás — sonrió.

Suspiré y nos quedamos viendo.

—¿Me acompañarás? — me hizo ojitos.

—Está bien, Zayn — me revolví el cabello —Espero que al menos sea entretenido acompañarte — le advertí.

—Créeme, lo será — aseguró y yo me metí al baño.

(...)

—¿Me vas a decir a dónde me llevas? — íbamos caminando por las calles de NY.

—Pequeña no seas impaciente, ya vamos a llegar — soltó una risita.

-¿Por qué no quieres decirme? — hice puchero.

—Porque es sorpresa y si te digo dejaría de serlo — me miró obvio.

Estuve cerca de diez minutos más tratando de que Zayn me dijera algo pero no me resultó, este chico sí que es difícil para hablar.

—¿Cuánto falta? — elevé una ceja.

—Y...llegamos — se detuvo, yo lo miré y él miraba algo en particular. 

Miré ese algo y era una tienda llamada "Tattoo".

Bastante original el nombre, ¿eh?

—¿Vienes a hacerte otro tatuaje? — fruncí el ceño —¿No crees que tienes muchos?

—Por favor — hizo un lindo puchero.

—*Suspiré* —Está bien, te acompañaré — respondí resignada.

—Gracias — besó mi mejilla y entramos.

Entramos al lugar y examiné el lugar, no era la primera vez que entraba a una tienda como esta, ya que cuando tenía trece años había decidido hacerme una perforación en la lengua pero a los tres días de haberlo hecho, me lo tragué. ¿Pueden creer lo tonta que fui? 

Cuando entramos vimos a un chico tatuando a una chica. Él al vernos dejó de hacer su trabajo, se levantó y se acercó a nosotros.

—Hola, soy Joe — saludó —¿En qué puedo ayudarlos?

—Vengo a tatuarme — sonrió Zayn.

—¡Oh! — soltó él —Creí que ella se venía a tatuar — me miró a mí.

—¡Hahah! — rió —No, ella es muy pequeña aún — yo lo miré como "¿en serio?".

Desde los quince siempre quise hacerme uno, y ahora que tengo la oportunidad, ¿por qué no la aprovecho?

—¿Y qué tiene de malo si yo me quiero hacer uno? — pregunté curiosa.

—Eres como mi hermana, ¿tú crees que dejaría que te hagas uno? Además, no serías capaz — me desafió.

Segunda Oportunidad [L.P] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora