Hoy Alemania decidió que debíamos entrenar, como siempre Italia no quería hacerlo mientras que Japón se esforzaba al máximo para seguirle el paso a Prusia y Alemania, yo solo veía como entrenaban sin embargo una voz acabó con mi tranquilidad.
-"¡Hey!, Señorito, ya veo porque no eres tan fuerte Kesesese~" dijo Prusia seguido de Alemania:
-"¡¡Roderich, ven a entrenar es una orden!!".
Y así fue como tuve que hacerle caso a Alemania, no soy muy bueno para esas cosas...¡No sé como ese par de hermanos pueden resistir tanto!, supongo que es mi culpa...Siempre deje que Suiza me salvará en las peleas y lo mismo pasó con Hungría.
Pero, pensándolo bien es un pequeño precio que debo de pagar por mi música y mi café...¿O no?...
Como sea, nunca lograré ser tan fuerte, al menos Italia es lo suficientemente rápido para escapar de Alemania y se puede librar fácilmente, en cambio yo...bueno no es necesario decir más.
Después de unas horas, por fin el entrenamiento acabó, me quedé tumbado en el piso con la respiración agitada y sin ganas de levantarme, por lo que los comentarios de Prusia no se hicieron esperar.
-"Kesesese~ ¡Mirate! La aristocracia no puede aguantar ni un segundo de ejercicio kesese~"
Miré enojado al albino que se reía pero, no dije nada, ni siquiera tenía ganas de decirle algo, estaba muy cansado como para andar peleando con un idiota como él, así que Prusia siguió haciendo comentarios tontos dignos de él pero, después me dijo algo que me sorprendió.
-"¡Hey! Señorito...¿Quieres que te lleve a casa?" lo dijo tranquilamente y sin su tono burlesco como usualmente lo hace, supongo que debí de verme bastante agotado para hacer que me hable de esa manera.
Lo pensé un momento, Italia no podría porque es la hora de su siesta, Japón es un país que todavía es todo un misterio para mi, Alemania me diría que lamentablemente está muy ocupado para hacerlo y terminaría enviando a alguien más.
Suspire frustrado al darme cuenta que no tenia otra opción y asentí con la cabeza a la propuesta del pruso, sin pensarlo dos veces él me tomó en sus brazos y me acomodo como si fuera una delicada "princesa".
-"¿Así es como lo hace Hungría? Kesese~ ¡El asombroso yo llevará a su casa a la delicada dama! Dijo alardeando con una gran sonrisa.
Desvíe la mirada avergonzado y me contuve de hacer algún comentario, así fue todo el camino, Prusia haciendo sus ridículos comentarios y yo intentando no contestarle aunque de vez en cuando se me escapaba alguna que otra frase.
Llegamos a mi casa y el amablemente me dejó recostado en el sillón, lo mire un momento y le agradecí a lo que el me respondió.
-"No tienes nada que agradecer señorito, ahora me debes un favor, que no se te olvide kesese~ dejaré que la princesa tome su sueño reparador" sonrió y después de decirlo, se fue dejándome solo.
Después de eso me quedé dormido y desperté cuando ya era bastante tarde, así que me levante y me dirigí a la cocina, luego de prepararme un delicioso café, fui a la biblioteca, tomé mi diario y es así como ahora estoy escribiendo esto.
Tendré que encontrar una forma de agradecerle al tonto de Prusia por haberme dejando hasta mi casa antes de que me pida algún favor en el que me vea ridiculizado, pero dejando eso un poco de lado...creo que tendré que pedirle a Hungría que me de más explicaciones sobre que "Prusia en el fondo es un caballero con un corazón bueno"
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-Un Diario A La Austriaca- [Hetalia]
FanficAustria recibe como regalo un libro con el fin de que sea utilizado como un diario, en este narrará su día a día como nación y algunos sucesos del mundo hetaliano. *Aviso*: -Contiene un poco de PruAus y otras ships.