VIII

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- Aldo.

- Andrea.

- ¿Qué haces aquí?

- Quería saber cómo estabas, estaba preocupado por ti.

- Estoy bien no necesito ayuda.

- Ayer estuve con Iván – ella levantó la mirada sorprendida. – está preocupado. Dice que últimamente tu comportamiento no ha sido el mejor que digamos. Y me preocupé, por eso vine.

- Estoy bien.

- Mira, sé que nunca hemos sido tan amigos y casi nunca hemos hablado, pero sí me preocupé un poco. Tú sabes, tengo una hermana, y entiendo por lo que pueden pasar.

- Yo estoy bien, estoy tranquila y no necesito de ti.

- Está bien. Mira, te dejo mi número, te mando un mensaje para que lo guardes. Ya nos veremos por ahí. - se retiró de la puerta, y Andrea la cerró.

Aldo. El joven de mirada oscura. Ojos casi negros, alto, serio. Atlético, le encantaba todo deporte que tenía que ver con el agua. El mejor amigo de Iván, a quien vio en pocas oportunidades. En algunas reuniones que coincidían. Andrea no comprendía la razón para que él se aparezca en su casa. Pero durante esas pocas palabras que intercambiaron, ella se encontró más enfocada en las heridas que guardaba bajo sus mangas. Regresó a su estudio, y se sentó en el piso. Miraba el vacío. Ya no sabía cómo continuar. Estaba nerviosa, quería cortarse una vez más. Andrea miraba su brazo provocativamente...



- Andrea, tienes que salir, amiga. – le dijo Claudia tras llamarla en la noche. – hice una reunión pequeña, con algunos amigos. Vendrán, tomaremos una copa en la terraza, y te sentirás más relajada. Le diré a mi chofer que pase por ti.

- Siempre me olvido que tienes una familia adinerada.

- Pero, tú eres la que vive sola en un departamento frente a un hermoso parque, con una gran vista. – Claudia se rio – Para que la pequeña hijita haga sus hermosas obras de arte, que a propósito no veo hace tiempo.

- ¿A qué hora pasará el chofer? – Andrea tenía que cambiar rápidamente el tema.

- Mañana a las 7, vístete decente, o te pondrás uno de mis vestidos.

- ¿Maquillaje también?

- Hermana... Eres la que mejor se viste de todas mis amigas, no me fastidies la paciencia. Te quiero ver como siempre.

- Vale.

- Mañana a las 7.


Andrea se dirigió al clóset. Tenía que buscar algo con manga larga... Pero que sea suficientemente moderno como para que su gran amiga Claudia no le haga cambiarse. Ella tiraba la ropa al piso, buscando algo decente. No encontraba nada, por ahí apareció su maletín de maquillaje, y la plancha para el cabello.


- Este es... - Ella tenía la costumbre de hablarse a ella misma en su casa cuando se encontraba sola. Sacó un vestido negro, tenía mangas largas, pero un interesante corte en la espalda... Algo sensual, que utilizaba cuando Iván y ella tenían cenas románticas. Pero ahora se sentía cómoda con el color, y el hecho que tuviera mangas largas.


La noche siguiente, se encontraba lista. Ojos delineados más de lo normal, le daban un aspecto oscuro, labios neutros que combinaban con su ahora palidez. Zapatos altos, el vestido y aretes. Llevó una cartera pequeña con algo de maquillaje en caso. Tocaron el timbre, la esperaban para ir a la reunión.


Todo lo que Andrea tenía que hacer para que el resto no se preocupara "tanto"...

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⏰ Last updated: Aug 03, 2018 ⏰

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La Princesa del BordeWhere stories live. Discover now