"BULLYING" • [ SKZ ]

CAPÍTULO 32

Caminaba por el lugar perdido en sus pensamientos, no le gustaba el sitio pues le traía malos recuerdos que solo lograban hacer que se sintiera peor. Había muchas lápidas en el lugar y cada una pertenecía a alguien.

En un momento aquellas personas que ahora se encontraban en ese sitio le dieron felicidad a alguien en el mundo, así como aquel chico lo había hecho feliz en varios momentos, le dolía recordar lo que sucedió aquel día.

No pudo hacer nada por más que quiso, la culpa lo consumía por completo y mientras más se acercaba hasta donde él estaba su corazón parecía romperse de nuevo como ese día, había olvidado como se sentía. Si, lo había olvidado.

Llevaba un ramo de flores en su mano derecha y cuando llegó se detuvo observando el sitio, tomó algo de aire intentando que esta vez las lágrimas no salieran y lo consumieran como muchas veces. Se sentía terrible a pesar de que los años habían pasado.

—Hey, Seungmin... hola de nuevo. No venía desde hace tiempo, traje flores esta vez. —se las mostró y se acercó para dejarlas a un lado mientras leía que decía en la lápida del chico.

Se sentó sobre el césped bajando su mirada y pensando en varias cosas que quizás debía decir pues no fue a visitarlo en casi un mes porque estuvo ocupado con la universidad y miles de proyectos que tuvo.

—La vez anterior había comprado las flores, lo juro, pero olvidé traerlas. Sabes que solía olvidar mucho las cosas, soy muy distraído en algunas ocasiones. —siguió hablando, pero no recibía respuestas.

Jugó con sus manos mientras fruncia los labios, él no quería hablar, le molestaba la presencia del otro después de todo lo ocurrido. Las cosas habían cambiado mucho después del accidente y de la muerte de aquella chica.

—¿Por qué no respondes? Lo estoy intentando, ¿sabes? Sé que no soy la mejor compañía y que no quieres verme ni nada, pero al menos podrías decirme algo ¿no crees? —insistió él frunciendo un poco el ceño.

—¿Y que se supone que quieres que te diga? Vine al jodido cementerio buscando algo de paz y me encuentro contigo que lo único que hace tu presencia aquí es recordarme el pasado. —respondió Seungmin finalmente en un tono molesto.

Minho soltó un largo suspiro, entendía que el chico aún estuviera totalmente molesto con él y la verdad es que no esperó encontrarlo en un lugar así, y mucho menos visitando a su hermano. Pero ahora que lo pensaba bien recordaba que Seungmin quedaba encantado siempre que veía al chico, alzó sus cejas con sorpresa y parpadeó varias veces sorprendido aún.

—Tú... ¿te gustaba mi hermano? —se atrevió a preguntar mientras miraba al chico.

—Si, él me gustaba mucho. Era diferente conmigo y muy lindo, me enamoré de él por eso. Aunque venga seguido a visitarlo aún me cuesta creer que esté muerto, no lo siento así. Es algo extraño, no creo que entiendas. —murmuró Seungmin al final, era difícil hablar con Minho después de tantos años.

—Soy su hermano, claro que te entiendo, yo tampoco puedo creer que este muerto. La verdad es que no lo siento de esa manera, me encantaría tenerlo de nuevo conmigo y poder pasar más tiempo con él. —comentó mientras miraba aquel sitio sintiendo su corazón doler, recordaba a su madre llorando de manera desconsolada por haber perdido a su esposo y primer hijo.

Ese día jamás lo había olvidado, lloró muchísimo por la gran perdida y porque sentía que ahora el era responsable de su madre y hermano menor. Debía encargarse de protegerlos y de no permitir que les pasara nada malo, pero después de lo sucedido se sentía incapaz de hacer algo así.

Le dolía mucho ver a su madre llorarle a la foto familiar y aún más ver a su pequeño hermano preguntar sobre cuando su padre llegaría a la casa. Fueron momentos difíciles, momentos que hicieron que cambiara por completo para volverse otra persona.