Min YoonGi♡

El paraiso.

"Despertar a tu lado cada mañana, enredada en las tibias sábanas después de una noche de ensueño ese sería el paraíso".

-Nae Hernandez.

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Despertar tarde era una de las cosas que más amaba; al lado de aquel cuerpo masculino pero delicado. Las tibias sábanas rodeando ambos cuerpos desnudos recordándoles la maravillosa noche que pasaron juntos.
Pero lo que la hacía realmente feliz, era despertar unos cuantos minutos antes que él, ver su rostro pálido, su ceño levemente fruncido, aquella paz que trasmitía estando en los brazos de Morfeo, sus ojos gatunos cerrados, sus lindas mejillas que ahora se encontraban más delgadas que antes, sus labios que tantas veces la han hecho suspirar, todo de él la volvía loca y la hacía suspirar cada mañana.

Su vista no se despego en ningún momento, era bellísimo, y ella aun se preguntaba ¿Cómo era que aquél muchacho se había fijado en ella? Lo que ella ignoraba era que él pensaba lo mismo de ella.
Y así se quedó un rato más, contemplando la belleza de su amado hasta que lo sintió despertar poco a poco.

El chico la miro también y le regaló una de sus hermosas sonrisas de encías rosadas, dientes perfectamente alineados y perlados. Pasó su mano sobre la delicada mejilla de el mayor y lo acercó lentamente para unir sus labios en un dulce beso de buenos días y por supuesto que él correspondía a esa tierna caricia.

Ya levantados y duchados se dirigieron a la cocina para preparar el desayuno, algo ligero pero delicioso y nutritivo. Disfrutaban cocinar juntos y en el proceso se repartían caricias y besos, a veces jugaban y se ensuciaban con la crema batida que usarían para los hot cakes.

Comían el desayuno sentados en el sofá frente al televisor, ella en su regazo, pues decía que era más cómodo que el mueble café.

Una tarde de películas, acostados, tapados con una delgada sábana, abrazados, juntos, esa era la descripción de un día perfecto para ellos, no necesitaban salir presumiéndole al mundo su relación porque ellos eran felices con saber que se amaban mutuamente y así estaban bien.

No muy tarde, a eso de las 9:30 p.m. recogían todo para ir a dormir, ella lavaba los trastes sucios mientras él alzaba lo que había en el piso (que no era mucho) y luego subían a la cama juntos. Se colocaron su pijama y después de una no muy larga sesión de besos y caricias inocentes ya estaban listos para dormir nuevamente.

-YoonGi.- le llamo la menor de ambos.

-Mmhh- hizo un sonido en con su garganta para que supiera que la estaba escuchando.

-Te amo.- hubo un pequeño silencio entre ambos y luego respondió con una enorme sonrisa que no intento ocultar.

-Yo también te amo.-

Y así concluía su día al lado de el la persona que más amaba. Porque ese era el paraíso para ella.

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Dedicada a la preciosura que me dio el valor de publicar esto, Fiorella y que además me dio la inspiración el día de hoy.

"Editado 10/11/19"