Capítulo 4

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Para suerte de Gabriella la campana de fin de clases sonó y se salvó de las miles de preguntas que le querían hacer las chicas, aunque claro está que ellas la miraron una última vez cuando se largaron de la escuela como señal de que la cosa no había acabado. Ella suspiro y se sentó cerca de la salida del colegio para esperar a su hermano Cole, que tenía un castigo por una razón estúpida de quedarse después del colegio a limpiar la clase. Cuando acabo, ambos se dirigieron a su casa. En el camino los dos hermanos iban en silencio, hasta que Cole miro a su hermana y pregunto:
- ¿Porque te escribes con Gilbert Blythe? ¿Acaso lo conoces?
- Y-yo... bueno... es que Anne le escribió a Gilbert y la carta de respuesta por parte de el me llegó a mi hace cosa de dos meses... Y bueno... desde ahí nos hemos estado escribiendo.
- ¿Te gusta Gilbert?
- ¡Venga ya! ¿Como me va a gustar? Si ni siquiera lo conozco en persona.
- Gilbert tiene fama de ser un Don Juan.
- Ya lo sé.
Y sin decir nada más, llegaron a casa.

- Faltan solo dos días más para llegar a Avonlea, Bash.
Decía Gilbert mientras ambos limpiaban los sucios lavabos.
- Si... espero hacer grandes cosas en Avonlea.
- Yo también...
- Y conocer a tu novia con la que te escribes tanto.
- ¡No es mi novia! Ni siquiera la conozco.
- ¿Quien ha dicho que estemos hablando de Gabriella?
El chico bajo la mirada, con las mejillas ruborizadas. ¿De verdad tan solo iba a Avonlea por Bash? ¿O era por otra razón?

- Prissy dice que su bigote era áspero, no suave.
Decía Jane Andrews mientras se reía con las otras chicas y hablaba sobre el profesor Phillips.
- ¿A que os recuerda Cole ahí metido con los abrigos?
Pregunto de la nada Anne. Gabriella escucho la conversación con curiosidad, al fin y al cabo era su hermano.
- A un búho en un hueco de un árbol. - se contesto a si misma la pelirroja con trenzas. - Esta tan dedicado a su arte, cultivando su imaginación.
- ¿Es muy apuesto verdad que si?
Pregunto Ruby con una sonrisa a las demás.
- No te pueden gustar todos los chicos.
Replicó la gordita del grupo mientras que las demás se reían.
- Triste y apuesto...
Dijo Diana mientras miraba a Cole.
- Al pobrecito le vendría bien animarse.
Contesto Josie mientras se levantaba y iba hacia el hermano de Gabriella, que esta mencionada los miro con curiosidad. La rubia se sentó al lado de Cole.
- Hola, Cole. -saludó la rubia- Solo quería decirte que fue una pena que el juego terminara antes de que te tocara. -seguía diciendo Josie refiriéndose al juego de la botella- Supongo que puedo saltarme las reglas y dejar que me beses ahora.
Gabriella casi se atraganta con su leche mientras la bebía. Exclamo susurrando:
- ¿Que mierda?
- ¡Controla esa boca!
Le contesto Diana a su amiga.
- No, gracias.
Contesto Cole a la rubia tranquilamente.
- ¿Pero que te ocurre? -exclamo Josie con enfado- ¿No te gustan las chicas o que?
- No me gustas tu.
La rubia se levantó enfurecida y volvió con las chicas mientras decía:
- Cole es un bicho raro.
- ¡Vete a la mierda Josie Pye!
Gritó la pelirroja defendiendo a su hermano y ganándose algunas miradas curiosas.
- Gabriella...
Susurro Diana con asombro.
- ¿Que pasa? -pregunto la mencionada por Diana- Alguien tenía que decírselo de una vez.
- Tienes razón. -la apoyó la otra pelirroja- Así que retira eso, Josie. Cole es mi amigo.
- Ya, sois tal para cual. -contesto la rubia. Acto seguido, miro a la chica MacKenzie con una sonrisa presuntuosa- Como tu y Gilbert, ¿verdad Gabriella?
- ¿Que estás insinuando?
Pregunto la mencionada tragando saliva.
- Insinúo que aún no nos has dicho el motivo por la cual le escribes a Gilbert Blythe.
- Tengo un motivo. -dijo Gabriella con un tono desafiante- Y se llama... no te importa.
Y sin decir nada más, la pelirroja se levanto y se fue al patio del colegio.

- Gírala.
Le dijo con un tono amenazante Josie a Anne refiriéndose la botella. La pelirroja le hizo caso y giró la botella, apuntando a un amigo de Billy, que rechazo a Anne con asco. Billy le empezó a hacer burla a Anne y Josie aprovecho para decir:
- Oooh, cuando se pone colorada se vuelve completamente roja.
- Igual que tu cabeza cuando te dignas a pensar un poco.
Dijo la menor de los MacKenzie con una sonrisa bastante falsa. Todos la miraron asombrados por la contestación y esta vez fue Josie quien se puso colorada por culpa de la vergüenza de que le hayan dejado mal.
- Yo besare a Anne.
Anuncio Cole con un tono de valentía. Su hermana le miro con una sonrisa, apoyando lo que estaba haciendo.
- Muy bien, que se besen los raros.
Comentó otra vez la rubia con asco. Todos empezaron a gritar: ¡besaros raritos besaros! Menos las amigas de Anne. Gabriella intento callarlos, pero no fue hasta que Anne beso la mejilla de Cole que todos se callaron y aplaudieron. El juego continuo y esta vez le toco a Gabriella girar la botella. Con un pensamiento retorcido hizo girar la botella y para su suerte apuntó a Billy Andrews.
- Em, paso. -contestó Gabriella con una sonrisa- No quiero besar a un idiota. ¿Nos vamos Cole?
Sin decir nada más, los hermanos MacKenzie se largaron de la escuela, dejando a un Billy con su orgullo acabado y a los demás chicos sorprendidos por las agallas de esa chica pelirroja.

Al día siguiente, Diana, Anne y Gabriella estaban en la zona donde dejar los abrigos antes de clase. Anne estaba en crisis, ya que se tuvo que cortar casi toda su cabellera pelirroja por culpa de que un tinte le fue mal.
- Venga Anne, tenemos que pasar a clases.
Hablo la morena.
- Mas os vale olvidaros de mi. No quiero que esta humillación recaiga sobre vosotras.
- Quítate el sombrero, no estás tan horrible.
Le animo la otra pelirroja a su amiga. Anne haciéndole caso se quito el gorro. Ambas chicas se quedaron sorprendidas, pero Diana fue la que se quitó el lazo que tenía puesto en el pelo y se lo puso a Anne en la cabeza. Gabriella sonrió ante tan amable gesto.
- Venga entremos.
Dijo la chica MacKenzie. Ella entró a clases y se sentó en su escritorio ignorando aquel gran grupo de personas que habían en el centro de clase. Billy se acerco a ella.
- Ayer no fuiste muy amable.
Dijo el rubio mientras se sentó en la mesa de al lado de ella.
- Tu nunca lo eres, Billy Andrews.
- Intento cambiar eso... -Gabriella le miro con una mirada que se podía deducir que quería decir: No te creo- Va en serio que lo intento. Prometo que no molestaré más a tu hermano. Por ti.
- ¿De verdad?
- De verdad.
La pelirroja sonrió y el chico empezó a hacerle cosquillas. Ella se rió y reclamó de que parara de hacerlo pero el no le hizo caso. Gabriella se levanto encima de la mesa mientras que se reía, pero por lo torpe que era se tropezó y casi se cae al suelo, si no llega a ser a alguien que la cogió en brazos como si fuera un bebé antes de su gran encuentro contra el suelo, así que por instinto ella rodeó sus brazos en su nuca. Gabriella miro a su salvador y pudo observar que a ese chico moreno y bastante apuesto nunca lo había visto antes.
- Yo...
Empezó a decir ella con toda la vergüenza del mundo. El chico sonrió mientras seguía observándola.
- Pelirroja, ojos azules, pecas en las mejillas, mediana de estatura y muy bonita. Hola, ángel.
Gabriella el principio no entendía nada, hasta que recuerda que esa descripción de si misma se la dio a Gilbert Blythe... ¡espera un momento!
- Gilbert...




Y... por fin se conocieron. ¿Que opinan? ¡Voten y comenten!

Ángel [Gilbert Blythe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora