Directo del Corazón (Straight From The Heart)

Capítulo 1

Se habían conocido tres días antes, el viernes. Fue un encuentro casual pero Alex se sintió cautivada, primero por su sonrisa, y luego por la forma en que sus ojos brillaban con malicia. Ambas habían estado apoyadas contra la barra del atestado bar esperando ser atendidas, pero a pesar de que la otra mujer había estado esperando por más tiempo, Alex logró llamar la atención del barman primero.

Se inclinó sobre la barra y gritó su orden al oído del barman, luchando contra la música demasiado fuerte que tocaba la banda en vivo. "Cuatro cervezas, cinco shots y lo que ella quiera" gritó, haciendo un gesto hacia la rubia de pie junto a ella, la cual estaba agarrando un billete de veinte dólares en su puño.

El barman atendió el pedido, colocando cuatro botellas en una bandeja junto con cinco shots de tequila.

"¿Lo incluyo en tu cuenta?" el barman preguntó.

"Sí", asintió Alex. "Y lo que ella pida también".

Deslizó la bandeja más cerca del borde de la barra, sacó uno de los shots de la bandeja y lo colocó frente a la linda rubia que todavía esperaba pacientemente y que, por culpa de la música, no había notado las instrucciones que Alex le había dado al barman.

Alex se inclinó más cerca y le habló directamente en el oído mientras que con la punta del dedo empujaba el shot hacia ella.

"Discúlpame por saltarme la fila. Disfrútalo".

Antes de que la mujer pudiera responder, Alex ya había levantado la bandeja de la barra y se abría paso entre las mesas dirigiéndose a su asiento. La rubia miró al barman mientras este le tocaba el brazo, tratando de llamar su atención para tomar su orden.

Un poco nerviosa, logró tartamudear el pedido y luego se volvió para mirar cómo se alejaba la pelinegra. Su ceño se arrugó un poco.

El barman colocó dos copas de vino blanco en la bandeja y luego el resto de la botella.

"Oh no", comentó la rubia. "Solo las dos copas, por favor".

"Tómalo", respondió. "A ella no le importará".

Confundida de nuevo, buscó en su bolsillo más efectivo. El barman vio el dinero y negó con la cabeza, haciéndole señas para que se acercara.

Mientras se inclinaba el barman gritó. "Sin cargo. Está en la cuenta de Alex".

La rubia claramente no entendió y estaba a punto de hablar otra vez cuando el barman hizo un gesto hacia el shot de tequila que todavía estaba colocado sobre la barra.

"Alex", repitió, a modo de explicación.

Observó cómo a ella –finalmente- le "caía el centavo" y luego se alejó a atender al próximo cliente.

La rubia miró a su alrededor otra vez justo en el momento en el que Alex colocaba la bandeja de bebidas en la mesa que compartía con otras tres mujeres, las cuales, dieron vítores y enseguida se estiraron hacia la bandeja para tomarlas. Alex miró hacia la barra, enfocando de nuevo su atención un segundo después, al ver a la linda rubia mirándola de vuelta.

Cogió su vaso de tequila y lo alzó levemente hacia la rubia que sonrió mientras tomaba su propio trago y copiaba el movimiento. Tomaron sus shots al unísono, compartiendo una sonrisa de complicidad y luego ambas volvieron con sus amigos.

Una hora más tarde, la banda había terminado de tocar y la rubia y su amiga se disponían a retirarse del bar. Cuando llegaron a la puerta, la rubia tocó el brazo de su amiga y le dijo que la esperara afuera un momento. Luego se volvió y caminó con paso seguro en dirección a la mesa de Alex.