Helado de Rosas Y miel de espinas

Capitulo 5

"Que bien, me hubiera gustado ser una persona la cual no se olvidaran jamás"

Tengo que apurarme, Vero me está esperando en el café, corro lo más rápido que pude, gracias a que el café tiene varios cristales pude verla en el café así que entro, yo estando atrás de ella le tapó los ojos primero tenía una sonrisa genuina, pero cuando le quite mis manos se convirtió en enojo, ni si quiera me voltea a ver, me siento realmente mal por lo que pasó, así que trato de explicarle, pero estoy tan apenada que estoy temblando hasta que ella dice en un tono seeio.

- Por que llegaste tarde?-

-Por que uno de mis sirvientes, despertó un sello lunar-

Enseguida su hermoso rostro se torna  de asombro y enseguida me dice.

-Cuéntame lo que pasó, con razón la estrella se iluminó-

Me toma de la mano.

-bueno yo lo había mandado a buscar mis diseños de ropa que estaban en una caja, cuando llegó el chico, que se llama Prettnie, tenía miedo de entrar a mi habitación a traermelo, así que está Elisa lo paso, tenía miedo de que le haga algo malo así que le repetí que no lo haría y lo abrace, después lloro hasta que se iluminó y ya tuvo el sello, después vinieron del consejo a llevárselo-

- Elisa eh...-

-Ella solo es como mi guardaespaldas, no te pongas asi, estoy aquí contigo por qué tú eres la que me importa-

Se sonrroja y se pone aún más nerviosa, así que le digo.

-toma, estos son los papeles de la ropa míralos bien-

Mientras los miraba con ella me había pedido un café así que mientras me lo tomaba ella veía los papeles y después de revisarlos muchas veces me dice.

-dibujas muy muy bien, como se te ocurren cosas tan geniales como esto?-

-Sabes yo de pequeña me diagnosticaron Estrella de cristal,
Desde ahí mi padre se volvió muy muy diferente a como era antes-

- Por que lo dices? -

-por que el ya ni me dejaba tener amigos, ni siquiera ir al escuela, hasta contrato a un entrenador privado, fue aumentando más y más hasta llegar a tal punto que tiraba mi ropa así que en la casa no tenía nada de ropa, tampoco salía así que tenía tiempo de sobra para dibujarlos, así hasta que un día mi padre se volvió totalmente loco y fue asesinado delante de mi.-

Estoy a punto de llorar, creo que ella lo nota y me agarra de la mano y dice.

-Oye entiendo aunque de otra manera yo también sufri-

-sabes que paguemos esto y pongámonos a hacer la ropa-

Yo me paro pido la cuenta y yo lo pague todo por qué está vero me hizo esta ropa, con la caja fuimos a la sastrería Vero abre el local y me pregunta emocionada.

-Con cual empezamos?-

Dice mirando mis dibujos así que sigilosamente llegó por detrás de ella y la besó en la nuca, me encanta cuando le dan escalofríos.

-No que vendríamos a hacer la ropa?-

Dice un poco enojada, yo ya no puedo más así que le agarró de la mano y la pongo contra la pared con las mano hacia arriba la beso en la boca.

-Si lo sé pero ya no puedo aguantar más esto -

Le susurró y la beso mientras que le hago cosquillas en sus costillas hasta que la suelto, y me besa.

-No hagas más eso, no me gustan las cosquillas, es algo que no me gusta cuando me lo hacen mucho-

-pero yo solo quiero estar contigo, no te Haría ningún mal-

Y la abrazo y nos quedamos así por un rato, hasta que dice.

-Tenemos que trabajar, pásame esas telas de la esquina para ver si combinan con este-

Me enseña un dibujo de uno de los primeros vestidos que dibujé.

-Toma aquí tienes, y si el primer vestido la forma inicial le ponemos tela negra y en el otro blanca?-

Digo afirmando

-mmm podria quedar bien pero en los encajes que color le pondríamos a cada quien?-

- y si a una le ponemos el color del pelo de cada quien? Osease blanco y rojo y azul -

-yo no tengo el cabello azul -

- pero me encanta el color azul, tanto como tu, no un poco menos-

Se sonrroja y dice.

-Entonces tendras que medirme, es muy fácil toma la cinta y yo te explicare-

Sigo sus explicaciones, las piernas los hombros, el busto y por último la cadera, Me besa y me dice en un tono burlón.

-ya estamos a mano-

Yo le devuelvo el beso pero está vez no pude resistirme a morder sus carnosos labios.

-Empezamos la guerra, la guerra de besos-

- Está bien, pero no quiero que está guerra termine pronto eh-

Me vuelve a besar y me muerde tan fuerte el labio que casi me saca sangre.