Capitulo 2

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"Si está mal, pero te gusta que te acaricien con unas manos frágiles cómo las mías"

Aearis Pov

Después de esa noticia fui llevada a un coche en el cual me llevaba a mi nueva casa y me explicaron las tradiciones del lugar una de ellas fue administrar una fiesta que siempre se hace cuando alguien llega a ser conde de este lugar, otra que el nuevo conde elige el nombre de la ciudad, aunque según yo no es necesario pero ya que es tradición ¿Por qué no?

Al llegar me mostraron el lugar en donde viviré, es una gran mansión.

Yo entré cuando todos estaban trabajando normal, así que al entrar vi a 3 hombres abusando de alguien que al momento no sabía quien es así que entró gritando.

-¡¿QUE ESTA PASANDO AQUI?!-

Inmediatamente todos aquellos que estaban limpiando la entrada de la casa me voltean a ver y uno de los que patean a esa persona se detiene para decir con voz amenazadora

-No es de tu incumbencia, además quien te dejo entrar, ¿quien eres?-

En eso se me acerca hacía mi y noto que se hizo un círculo en su muñeca el cual lo impregnó de magia a modo de intimación y justo después de que se parara en frente de mi digo.

- Yo soy Aearis Von Dreamcath, ahora nueva condesa de este lugar-

Se echo a reír y al ver que detrás de mi venía el administrador de testamentos, su risa se convirtió poco a poco en asombro e inmediatamente se borró el círculo y se arrodilló ande mi a modo de suplicar perdón, de mismo modo que todos los demás que estaban en la entrada, corro para entrar a ver a la persona que estaban abusando y a duras penas se pudo arrodillar y dice.

- Perdón condesa, me tarde en arrodillarme -

Sorprendida le alzó la cabeza para observar, yo sorprendida por qué creí que era un hombre, ya que tiene hombros y brazos anchos, al igual que sus piernas, pero no es hombre, si no una mujer así que la alzó de manera que sin hablar le digo que se deje de arrodillar y voy a buscar una silla en del comedor, son muy lujosas las sillas están casi nuevas, se la pongo en frente y le digo.

- Tienes que sentarte un poco para descansar -

- ¡No! Cómo cree si me siento ahi puede que arruinarle la silla, estoy muy sucia- dice sorprendida.

Volteo a ver a un chavo que lavaba el piso y le dije.

-Oye tu, tráeme una plumilla, por favor y tú tráeme extracto de betabel-
Le digo al de al lado, mientras trato de parar el sangrado de una herida que tenía en su musculoso antebrazo, agarre uno de mis pasadores de pelo que siempre en el tengo un pequeño kit de costura, gracias a que mi padre me rompia la poca ropa que tenía así que con delicadeza le cosí el antebrazo hasta que llegaron los chavos que mandé por la plumilla y el extracto de betabel.

Al extracto de betabel le agregué una gota de mi sangre e inmediatamente comenzó a brillar entonces con la plumilla le dibuje un símbolo de una aguja junto a bastantes runas en la frente y le coloque lentamente mi mano en ellas, gracias a la herida con la que le puse la gota de sangre al betabel, deje caer menos de una gota de mi magia. Rápidamente en forma de espiral quité mi mano de su frente
Y comenzó a salir un fuego verdoso que lentamente cubrió su cuerpo, al ver que la herida del antebrazo se cerraba rápidamente me tranquilice y me mareé y me apoyo en la parte superior de la silla, entonces el administrador dice.

- Condesa, no debería hacer magia su cuerpo no lo resiste, le aconsejo que si quiere vivir mucho no haga magia -

- lo se, pero es una emergencia así que lo hice sin pensar -

Helado de Rosas Y miel de espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora