Allison es una chica un poco despistada y poco femenina que esta completamente enamorada de su mejor amigo Matt.
Matt es un chico frió y mujeriego que vive al día pero que se encuentra perdidamente enamorado de su mejor amiga Allison.
Pero antes de...
Me refugio comiendo helado y viendo tragedias románticas es toda la vida social que tengo, que absurdo lo se pero después de ese recuerdo que tuve de Matt la nostalgia me invadió.
Se que es masoquista llegar y ver todas las fotos que tenemos juntos y anhelar momentos que no volverán a ocurrió.
Suspiro y guardo todo en una caja que tengo debajo de mi cama ya es de noche y me dirijo a la cocina para prepararme algo de cenar reviso unos documentos que me enviaron pero me doy cuenta que uno no es mío sin de Thomas.
Suspiro frustrada porque tengo que entregárselo salgo de mi departamento con mi pijama de cuadros morados que Matt me regalo.
Camino al final del pasillo hacia el departamento de Thomas y toco tres veces esperando que este. Justo cuando estoy por tocar nuevamente la puerta se abre dejándome una escena que realmente no esperaba.
Una chica de tez blanca, cabello castaño y ojos azules es bastante bonita pero eso no es lo peor...claro que no; lo peor es que esta envuelta en una toalla mientras le escurre agua de su cuerpo una molestia se instala en mi interior.
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-¿Se te ofrece algo?.- pregunta la chica sacándome de mi trance
-A...yo.- no se que decir.- ¿Se encuentra Thomas?.- sonríe.
-Claro pasa.-me indica.-TOMMY.- grita
-E no no no, solo quería entregarle esto.- le muestro el sobre.
-¿Qué pasa bebe?.- pregunta Thomas apareciendo junto a nosotras con solo su pantalón puesto.
No hay que ser genio para saber que fue lo que paso entre estos dos no se porque siento un deje de decepción.
-Esta chica trajo unos documentos tuyos.- señala la tipa y Thomas al verme sonríe ampliamente.
-Allison.- se acerca.- Que sorpresa verte
-¿Allison?.-pregunta la chica confundida y el le dirige una mirada severa.
-Si bueno yo solo vine a entregarte estos documentos que me los enviaron por error ya que son tuyos.- le entrego el sobre y me escanea con la mirada.
-No creí que tuvieras esa pijama.- susurra pero creo haber entendido sus palabras.
-¿Disculpa?-indago confundía.
-No nada.- se apresura a decir un tanto nervioso.- Linda pijama.
-Gracias.- se instala un silencio incomodo.-Bueno yo me voy que pasen buena noche.-Thomas no aparta su mirada de mi y la chica me observa un poco extrañada no puedo creer que teniendo a su novia no deje de verme, típico mujeriego apuesto a que esa ni siquiera es su novia.
Camino rápidamente a mi departamento y suspiro al entrar ¿Por qué me molesto tanto verlo con esa chica? ¿Qué es esto que se instala en mi pecho? No tiene sentido que sienta esto por un chico que apenas y conozco.
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Me levanto temprano como es costumbre para dejar mi departamento aseado salgo de este y me dirijo a la boutique.
La mañana transcurre normal con mucho movimiento como cada día realmente las personas tienen más vida que yo. Mientras realizo mi trabajo no puedo dejar de pensar en lo que paso anoche; el ir al departamento de Thomas y encontrarlo en pleno apogeo con esa chica.
Debo admitir que es muy hermosa y parece realmente su tipo pero en mi pecho se instalo una especie de molestia porque realmente esperaba estar a solas con el...¿Qué? Pero que estupideces estoy diciendo. Me importa una mierda con quien se acueste Thomas.
-Hola hermosa.- saluda Dylan llegando a la boutique.
-Hola Dy.- lo abrazo.-¿Qué te trae por aquí?
-El sexy trasero de ese hombre.- señala a mi espalda y la verdad es que sip...es un gran trasero, niego mientras sonrió típico de el.
-Me siento desplazada por un trasero.- menciono.
-Cariño lamento desilusionare pero si tuvieras un trasero mas grande y si fueras hombre mi atención seria tuya completamente.-rio fuertemente.
-Que esperanzas me das.- se encoge de hombros
-Pasaba por aquí para invitar a comer a mi linda amiga.
-Eres el mejor amigo del mundo.
-Lo dices solo porque te doy comida.- achica sus ojos.
-Por eso eres el mejor amigo.-pone los ojos en blanco
Caminamos dos cuadras entre risas de mi queridísimo amigo y la manera tan pervertida en la que los observa. Llegamos a un centro comercial en el que se encuentran un par de lugares para comer y elegimos uno de comida italiana.
En lo que estamos sentados observo una librería y siento que me llaman a ella.
-En lo que llega la comida iré a esa librería.-
-Ok preciosa y por favor compra un libro erótico.- pongo los ojos en blanco.
Camino entre la gente para llegar a mi paraíso, me adentro a lo pas profundo a mi sección favorita de misterio.
-Sabia que tarde o temprano te encontraría aquí.- susurra una voz a mi espalda que claramente conozco.
-No creí que en tu lenguaje entrara la palabra libro.- ríe y se acerca a mi sin quitar esa estúpida sonrisita.
-Te gustan los misterios.- asiento.- ¿Te gustaría vivir uno?.-pregunta.
-Seria buena resolviéndolo.
-No lo dudo te gustan mucho.- sentencia mientras toma un libro.
-¿Cómo sabes que me gustan los libros de misterio?.-pregunto confundida.
-Por la manera en que los observas.-asiento no muy convencida.
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con tu noviecita?-pregunto con evidente veneno.
-No tengo novia.- se encoje de hombros.
-Entonces la chica de anoche fue solo un acostón.- se gira hacia mi y me sonrió.
-Ya entendí.-suelta una risita.- Estas celosa.- mis ojos se abren como platos y el libro se resbala de mis manos.
-¿QUUUEEE?.- grito fuertemente ganándome unas malas miradas de las personas.
