Iridiscencia

Elegir

Hay pasados que no se van, no se borran.

Tus huellas no se borran.

El olor de tus camisas, no se borra.

El sabor tan amargo de tu café con leche, no se borra.

Todavía recuerdo aquellas mañanas, aquellas mañanas donde me llevabas el desayuno a la cama todos los días antes de irte a trabajar, y me despertabas con una voz tan suave como si te diera miedo irrumpir en mis sueños. Pan con manteca y azúcar, y café con leche (no me juzguen, tenía 6 años). Cuando te fuiste decidí dejar de desayunar, así estuve durante varios años, hasta que volví a tener hambre en las mañanas, solamente, que ahora el desayuno...

me lo hago yo.

Pan con manteca, pero ya sin azúcar. Café, y si, solamente café. Y ya no desayuno en la cama, no hay nadie para traérmelo y darme un beso en la frente como lo hacías vos. Y aunque hubiese, no sería lo mismo. Ahora me despierta la alarma, ese sonido espantoso que no siente miedo de interrumpir mis pesadillas, no le importa, solo chilla y chilla. ¿Por qué no la cambio? Se preguntan. Y no sé, ¿Por qué vos, que lees esto, no dejas esa carrera que no querés estudiar y lo haces para no "fallarle" a tus padres? ¿Por qué no dejas esa relación que te está matando por el hecho de ya no sentir más? ¿Por qué no vas y le gritas a ese pibe o a esa piba que te está volando el bocho y que te enamoraste? ¿Por qué tantas dudas en dejar lo que nos lastima o en hacer lo que nos llena? ¿costumbre? ¿comodidad? ¿MIEDO?... Miedo al cambio.

Yo no pude elegir que mi padre no me trajera más el desayuno a la cama, no pude elegir no comer más ese pan con manteca que era especial (a pesar de ser normal), no elegí no despertarme más con su voz suave que me daba paz, ni tampoco recibir más ese beso en la frente que tan bien me hacía. Pero vos si, vos elegí, Salí de esa relación de acostumbrados, deja de estudiar eso que no te gusta, no trabajes más 8 horas de tus días en algo que te da lo mismo, anda y declarale tu amor antes de que pienses que es tarde. Elegí, elegí...

ELEGÍ VIVIR.