Hay Que Salir De Aquí

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20 de abril, 2:00 pm

Era un día normal, normal en el sentido para estos momentos, zombis pasaba de ves en cuando, los perros vigilaban por la llegada de alguien. Desde que llegó Ricardo todo se volvió un poco más fácil ya que con el pude dormir, ya que nos repartimos la vigilancia, realmente me a ayudado estos días.

30 de abril, 1:00 pm.

Se nos están acabando las provisiones de todo el pueblo, ya que, cuando fuimos a el centro comercial, ya no había nada en ningún estante; ni siquiera medicinas.

Hacemos días vi por fin en acción un crimer. Lo vi cuando estaba buscando provisiones con Ricardo. Pienso poner una descripción de cada tipo de infectado que encuentre para su algún día necesite recordarme de algo. A continuación pondré la descripción.

CRIMER.

Su a paraciencia de humano es casi nula, su cuero parece como si toda su piel se hubiera desaparición, ya que, su cuerpo solo muestra una carné roja expuesta.

Pero esto no lo hace más débil, porque cuando recibe las balas de enemigos es como si no le hiciera algún efecto. Su forma de guiarse es mediante el sonido y olfato, gracias a que sus pupilas perdieron la capacidad de ver.

Debilidades: Es muy fácil de distraerlo, solo es cuestión de que lanzar una roca hacia otra dirección para que se distraiga. Tiene de la espalda un pedazo carné expuesta donde se deja ver con mayor facilidad sus vértebras, con un simple escopetazo en ese lugar lo matas.

Virtudes: Como dije antes tiene una resistencia enorme a las balas en la mayoría de su cuerpo, una fuerza prodigiosa que es capaz de volcar un auto como toda sus fuerzas. Su velocidad no se queda atrás, ya que es capaz de alcanzar una velocidad que supera a la mayoría de personas comunes.

Dificultad: Media.

30 de abril, 2:55 pm.

Ricardo me dice que ya no podemos seguir viviendo en esta casa, por qué en cualquier momento nos podría atacar en cualquier momento.

Yo lo intento calmar pero sin resultados, el me dice que si no salimos de está ciudad el se iría solo. Le dije que me diera un día para conversarlo con Anyelik y formular un plan.

Al terminar la conversación, el se retiró a otro cuarto con una cara de enojó. Yo simple me senté en el suelo a pensarlo bien y cales serían la ventajas y desventajas de hacerlo. De repente, me acordé de las caravanas. Si lográbamos robarles una radio y provisiones, para ver si en la radio decían algo de alguna sonaban segura. Pero si hacía eso sería muy arriesgado, ya que, cualquier error colapsaría en una matanza. En estos momentos me acuerdo lo que me decía mi padre, cuando era niño. A veces mi padre y yo salíamos a pescar. Y cuando estábamos en el bote, el siempre me contaba anécdotas sobre su vida. Los errores que cometí hace años: hijo, te voy a decir, porque te cuento estás historias. Te las cuento para que tú no cometas los mismos errores que yo e cometido. Y cuando seas mayor se te sea más fácil afrontar los problema que te traiga la vida. Y si un día usas los consejos de te di, deje decirte hijo, me sentiré orgulloso de ti. No importa si ya esté muerto para esas fechas. Los consejos de mi padre siempre los tendré en una parte especial de mi corazón. Creo que ya se cuál es el consejero que me ayudara hoy: hijo, si un día tienes que hacer algo que talvez te parezca peligroso y estés intrigado si debes o no debes hacer. Solo preguntarte esto beneficios de algún modo a mi familia, sino lo hace simple aléjate de esa cosa que ibas a hacer, de lo contrario si beneficios a tu familia, as todo lo posible para que salga bien.
Al acordarme de las palabras de mi padre, me di cuenta de que debo hacer lo importa lo que me pasé.

1 de Marzo 7:30 AM.

Con Ricardo acordamos colarnos entre las filas de la caravana. Anyelik está muy preocupada pero ella sabe que esto es muy importante para nosotros, y solo me dijo que me cuidará.

El Diario De Un Superviviente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora