Rechazados por ellos [Libro 3]

Cuarenta y dos

Después de la aventura mojada con los caninos, almorzamos y los sacamos a pasear al parque. Ash se puso a jugar con ellos con una pelota, mientras que mi amigo y yo, nos sentamos a chismear.

—Anda Sila, trajiste a un voluntario muy juguetón —bromeó conmigo dándome un codazo.

—Si lo sé, yo también me sorprendí, cuando él acepto —le conté.

—Bueno y dime ¿cómo va su relación? Necesito detalles por favor —exigió mirándome curioso.

—Pues...estamos bien nada malo a ocurrido, aunque Mark no ha sido muy agradable que digamos, y creo que hasta nos está siguiendo; estoy un poco preocupada por eso Lox —explico.

—Tranquila, si te hace algo me encargo de que no salga con las manos limpias Sila, tienes algo más que decirme ¿verdad? —insistió al notar mis nervios y ansiedad.

—Bueno hace mucho que Ash no me besa (aunque lo hizo en la mañana). Estoy ansiosa y nerviosa, ya ni sé qué pensar, me he planteado miles de teorías pero, él sigue siendo igual de atento, celoso y muy posesivo conmigo.