Setenta y uno; Regreso

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Una pequeña sonrisa tiró de mis labios al ver a mi guardaespaldas esperándome.

—Hola. —Le saludé al abrazarme a él.

—¿Qué tal el vuelo? —Me preguntó Jordan al apartarse de mí.

—Bien. —Asentí.

—Me alegro —Sonrió y cogió mi maleta—. Va, vámonos ya no sea que lleguemos tarde a la reunión.

—Una reunión, ¡qué emoción! —dije sarcásticamente haciéndole reír mientras nos dirigíamos hacia la salida.

—Has tenido un par de semanas para descansar, no te quejes.

—Bueno, el domingo me voy a Malibú con Justin así que... —Me encogí de hombros sonriente.

—Claro, dos semanas sin tu amorcito era demasiado y ahora tenéis que pasar todo el tiempo posible juntos, ¿no? —Se burló.

—Jordan, que me envidies porque tu vida amorosa es inexistente no es culpa mía —dije haciéndole reír una vez más.

En cuanto atravesamos las puertas del aeropuerto nos dirigimos hacia el coche negro que había aparcado a unos metros de la entrada, donde Cole nos esperaba.

—Hola. —Saludé a mi otro guardaespaldas con un beso en la mejilla antes de dejarme caer sobre los asientos mientras Jordan guardaba mi maleta en el maletero.

—Hola —Sonrió volviéndose un poco para mirarme—. ¿Qué tal ha ido todo?

—Muy bien —Asentí sonriente mientras me abrochaba el cinturón—. Estas dos semanas me han venido genial —aseguré—, echaba de menos a mi familia.

—Es normal.

—Bueno... —Jordan se subió al asiento del copiloto y cerró la puerta— ¿Y Justin qué tal? ¿Ha sobrevivido a tu padre? —bromeó haciendo reír a su compañero.

—Pues sí —Asentí segura—, de hecho creo que le está empezando a caer bien.

—Así que pegarle un puñetazo a tu ex fue una buena táctica —comentó Jordan de nuevo algo divertido.

—Ugh... Ni me hables de eso —Negué con la cabeza—. La prensa ya me ha estado preguntando sobre ello lo suficiente durante estas dos semanas.

—Está bien, solo diré que parece que pega fuerte —comentó haciéndome reír.

—Ya sabes que no tienes que meterte con él —Le guiñé un ojo antes de volverme hacia Cole—. ¿Y cómo está Maya? —Me interesé.

—Cada día mas revoltosa —aseguró y Jordan y yo reímos—. Hablo en serio, nos trae locos. —Negó con la cabeza.

—¿Y qué esperabas? ¿Qué se estuviese quietecita siempre? —Alcé una ceja— Que tiene cinco meses ya.

—No, si ya lo sé, pero es que ahora lo quiere coger todo y tienes que ir con cuidado con lo que dejas por la casa.

—Ya —Esbocé una mueca con mis labios—. ¿Bonnie puede trabajar tranquila?

La novia de mi guardaespaldas trabajaba desde casa ya que era diseñadora gráfica. Al principio pensaron que eso era bueno porque así podría hacerse cargo de Maya sin problemas cuando Cole no pudiese estar, pero ahora que me decía aquello igual era complicado porque no podía centrarse por completo en el trabajo.

—Bueno, desde que ella nació ha reducido bastante sus proyectos y cuando yo estoy en casa no hay ningún problema porque yo me encargo de ella —Me explicó—, pero desde luego es todo algo más complicado.

Been You • jb [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora