Zabdiel sonrió satisfecho, mientras observaba como Esteban se iba alejando hacía la oficina del director. Summer me miró con odio y supe ahí, que la venganza llegaría tarde o temprano. Se fue con su grupo de amigas afuera de la cafetería. Zabdiel volteó a verme, la preocupación reflejada en sus ojos.
—¿Estás bien? Lamento no haber podido llegar antes.
—Si… Estoy bien… —murmuré por lo bajo.Richard apareció a su lado, sonriendo.
—Él es idiota de nacimiento.
—Oh, ¿en serio? No me había dado cuenta —dijo Chris sarcásticamente,
— ¿Quieres terminar de comer para irnos? —me preguntó Zabdiel, omitiendo los comentarios de sus amigos.
—Está bien.(…)
Luego de las clases, guardé algunos libros para poder estudiar para el examen qué tenía mañana de biología y fui junto con Zabdiel hasta su auto para poder irnos a casa.
Una vez allí, él me tomó de la mano y entramos, siendo recibidos por Sr. Tuko, quien maullaba y se restregaba en nuestras piernas, agitando la punta de su cola en alto. El ambiente se llenó de las risas de Jazmín, quien corría siguiendo a Sr. Tuko. El gato la miró y comenzó a correr, mientras seguía maullando.
— ¡Sr. Tuko! ¡Regresa! —Jazmín gritó, con una sonrisa plantada en su rostro.
Cuando Jazmín pasó frente nosotros, Zabdiel la agarro entre sus brazos y la alzó sobre su cabeza. Jazmin gritó por la sorpresa.
— ¡Zabdiel, déjame!
—Deja al pobre gato —rió.Sonreí, viendo la escena familiar desconocida para mí. Los maullidos volvieron, cada vez más cerca. Sentí como la bola de pelos clavó las garras en mis jeans y comenzaba a trepar por allí. Reí, mientras Sr. Tuko continuaba su recorrido por mi pierna. Zabdiel dejó a Jazmín sobre su espalda, haciendo que sus finas y pequeñas piernas abrazaran su torso. Jazmín rió al ver al gato llegando por mi vientre y comenzando a trepar por mi abrigo. Yo no sabía qué hacer, solo reía algo nerviosa.
— ¡Gato malo! ¡Déjala! —gruñó Zabdiel.
—Quiero ver hasta donde llega —lo contradijo su hermana.Sr. Tuko llegó hasta mis brazos, acurrucándose y escondiéndose entre ellos, ronroneando. Acaricie temerosa su lomo, mientras éste se arqueaba sobre mi mano. Jazmín aplaudió a gusto.
—Un día lo encontraremos plantado al techo —la voz de Noemi resonó en la sala, mientras salía de la cocina secándose las manos con un paño, sonriendo— Trepó la pared de alfombra qué hay en la biblioteca. No se podía bajar y gritaba como loco. ¿O no, Jazmín?
—Si. Papá tuvo que subirse a una silla para sacarlo.Zabdiel la bajó, poniendo sus pies devuelta al suelo.
— ¿Tienen una biblioteca aquí? —pregunté. Jamás había visto la casa completamente.
—Si. ¿Te gustaría verla? —me preguntó ella.Asentí con la cabeza sin vacilar.
—Zabdiel, ¿por qué no la llevas?
—Claro. Ve a dejar tu mochila a tu habitación.
—Vale.Subí las escaleras y dejé la mochila sobre mi cama, aún sin soltar a Sr. Tuko. Zabdiel estaba fuera, en el pasillo, esperándome.
—Es por aquí —señaló hacía otra escalera para ir a la planta superior. Lo seguí, observando cada rincón desconocido.
Él me guio hacía una puerta doble en madera tallada. Sr. Tuko ronroneaba y aquel sonido resonaba por todos los pasillos del tercer piso de la casa. Zabdiel las abrió y encendió las luces, dejándome ver las muchas estanterías de tres secciones donde había muchos, pero muchos libros.
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Salvame
Fanfiction"Yo se como puedo salvarte" "¿Como?, Dime por favor" "¿Confias en mi? "Si, confio en ti" Nominada a mejor historia en XOXO AWARDS 2022