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Mi hijo no estaba conmigo y a la vez no lo veía en ninguna parte, comencé a gritar su nombre por todas partes, pero no habían señales de él, solo era un pequeño de 10 años y por el panorama que había comenzaba a temer lo peor, conseguí poder moverme mejor, sin tambalear, y lo primero que hice fue tratar de encontrarlo, estaba cerca de un restaurant de comida china ya que era la comida preferida de mi hijo, ese fue el primer lugar al que decidí ir, todo el restaurante estaba destrozado, había vidrios en todas partes, las flores y demás decoraciones del lugar estaban por los suelos, habían varios cuerpos, no eran demasiados ya que seguramente las personas que se encontraban en el lugar salieron huyendo, lo que no podía explicar y a la vez lo que me comenzaba asustar era que los cuerpos que estaban en el suelo estaban muy ensangrentados, me acerque a uno de ellos con mucho temor, lo primero que pude notar es que una de las personas tenía en la parte superior del hombro una especie de mordida cosa que me resulto demasiado extraño y atemorizante pero no quise seguir perdiendo el tiempo, mi hijo seguía perdido y aun no lograba encontrarlo, lo más frustrante para mí fue que en el restaurante no había nada, él no estaba ahí, trataba lo más que podía poder recordar donde podría estar, pero no tuve éxito, no sabía qué hacer, salí del lugar y comencé adentrarme mucho más en esta gran ciudad, busque sin parar en varios lugares como pequeños edificios o negocios que estaban cerca, diciendo el nombre de mi hijo en voz alta para ver si lograba hallarlo pero nada, no lo encontré por ningún lugar, de pronto escuche un grito.

-¡¡¡Auxilio!!!-

Ese grito hizo que me volteara de golpe, no sabía de donde había venido eso hasta que lo volví a escuchar, venia de unas calles hacia delante de donde estaba, sonaba a alguien en apuros por sus gritos de dolor y sin pensarlo salí corriendo hacia el lugar, en esos segundos solo pasaba por mi mente el hecho de que al fin había encontrado a alguien, finalmente cuando había llegado al lugar el sujeto seguramente escucho mis pasos por que comenzó a gritar más.

-¡¡¡Ey!!!, ¡¡¡Auxilio!!!, ¡¡¡Por aquí!!!-

Era un chico talvez de unos 22 años de edad, se encontraba en un auto deportivo el cual colisiono con un camión que transportaba barrotes de hierro, llevaba una chaqueta tipo universitaria con unos pantalones de mezclilla y una playera de Halo Reach, uno de esos barrotes atravesó el vidrio delantero del automóvil impactando contra el pecho del chico, había mucha sangre y solo se retorcía de dolor.

-Ayúdame por favor-. Me lo dijo con un tono de alivio, pero a la vez de dolor.
-Demonios amigo no sé cómo-. Las palabras casi no me salían de la boca.
-Solo sácame esta cosa del pecho.
-No sé cómo o que hacer-. Le dije en tono nervioso.
-Vamos amigo has lo puedas... Por favor-. Me lo dijo con una mirada llena de lágrimas en el rostro, una mirada que jamás olvidare.
-Okey lo are ya regreso te lo prometo.

Corrí a toda prisa en buscar de algo que me sirviera para quitarle ese hierro del pecho, en eso visualizo un camión de bomberos que se estrelló contra la pared de un edificio y decido acercarme para encontrar algo que me fuese útil, me puse a buscar y en una de las cajuelas laterales del camión encontré una sierra de arco, perfecto para cortar ese hierro.

Regrese a toda prisa al lugar donde estaba el chico.

-Vamos amigo saldrás de esta-. Le dije mientras comenzaba a cortar el hierro
-Regresaste- Hablo casi sin aliento -Gracias...-.
-No hables, casi termino de cortar esta cosa-.

Finalmente termine de cortar ambos extremos, lo ayude a salir del carro lentamente pero después me di cuenta de que el chico estaba casi inconsciente y ya no podía ponerse de pie.

-Vamos no te rindas-. Le dije en tono de ánimo mientras seguíamos caminando.
-No, detente bájame un segundo -. Dijo mientras lo ayudaba a sentarse.
-Vamos que pa...-. Noté que el sangrado había aumentado y empeorado aún más, me di cuenta de que tenía una hemorragia interna.
-Vamos debes llegar a la estación de policía, debes pedir ayuda o encontrar a alguien que te ayude-.
-No te dejare aquí solo-. Contradije
-Ya es tarde para mí-. Dijo en tono de agonía. -Debes huir y pronto antes de que te encuentren, antes de que te alcancen-.
-¿Quienes? ¿A qué te refieres? -.
-Ellos... ellos... ya no viven más-. Dijo con su último aliento.

No sabía a lo que se refiera, ¿Ellos ya no viven más?, ¿qué quiso decir con eso?, me sentía confundido, pero a la vez la culpa de verlo morir y de no poder hacer nada más me lleno de angustia, me quede unos segundos sin hacer nada más que ver el cuerpo sin vida del chico que había muerto en mis brazos, de pronto recordé que le había dicho a mi hijo que en caso de que se perdiera, o pasara algo y no esté cerca de mí, buscara a un policía o alguna estación cercana, el pensar eso me dio un indicio de donde podría estar, había una estación de policía a no más de 4 calles así que tenía una esperanza de encontrarlo ahí, mi hijo era un niño muy listo y eso me dio más ánimos, no tenía otra idea de donde podría estar así que sin más dudarlo decidí ir a la estación.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2018 ⏰

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