Llega Otoño

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El día que Joshua decidió dejar el pueblo donde vivía para perseguir su sueño de músico supo que nada de ese momento en adelante sería fácil. Celebró en familia su último día como un muchacho común en un pueblo común, recibiendo halagos, abrazos, frases de aliento y varios "una última canción antes del viaje", para que les cantara aquellas favoritas que sus padres tanto amaban.

Cuando se marchó en el tren que lo alejaría para siempre del pequeño pueblo donde todos se conocían, sin cine ni grandes entretenciones, supo que debía tomar las decisiones correctas y esforzarse cada segundo una vez pusiera un pie sobre la gran ciudad, llena de edificios, luces de neón y entretenciones que jamás había visto en sus queridas tierras, pues la vida allá no es un juego, le habían dicho que debía cuidar su espalda y dar todo de sí para poder así conseguir cumplir su sueño.

Cuando puso sus pies en la gran ciudad e inhaló el aroma de la vida ocupada sintió su corazón latir emocionado, pues ese día comenzaba su gran aventura, entre toda esa gente apurada y ocupada, entre vehículos y altos edificios que nunca antes había visto. Sintió las piernas temblar, pero sujetó con fuerza su guitarra, ansioso, y siguió su camino.

Pero cuando despertó en una banca, en un parque que no conocía, sin sus pertenencias, sin todo ese dinero que había ahorrado y sin su guitarra, supo que apenas había llegado a la ciudad su sueño había muerto.

Al llegar había comenzado a cantar en las calles para conseguir algo de dinero extra, pues el dinero que tenía ahorrado debía usarlo sabiamente en un lugar donde dormir, las comidas del día, pasajes de autobús para buscar un lugar de trabajo y repartir currículum y otras necesidades básicas; por esto decidió cantar durante las tardes de sus primeros día para conseguir algo extra. No le estaba yendo muy bien encontrando un lugar donde quedarse, pues la mayoría estaban copados o solo le permitían pagar una noche, pero por otro lado, con la música en las calles le había ido mejor de lo que esperaba: varias personas alabaron su voz y sus canciones y se detenían a dejarle dinero, Joshua simplemente agradecía avergonzado, pues no había mucho que pudiera decir. Y cuando ese hombre elegante de traje, maletín, cabello bien peinado y zapatos perfectamente lustrados se había acercado tras una semana de cantar en las calles para preguntarle si era nuevo en el lugar y si era músico, con esa sonrisa radiante, Joshua había pensado que quizás, quizás había tenido algo de suerte.

El hombre tenía una empresa, eso le había contado, era productor musical y buscaba jóvenes talentos para darles esa oportunidad que tanto buscaban. Los ayudaba con entrenamientos y los ayudaba a conseguir programas que les hicieran propaganda y a crear una carrera musical, una vez que el artista en cuestión lograba un nivel de fama y obtener ganancias, debía entonces pagarle una parte como pago por la propaganda al hombre, y así seguir su trabajo para ayudar a todos aquellos que soñaban con ser músicos. Cuando Joshua recordaba todo lo que le había dicho, se daba cuenta de lo tonto que había sido al creerle, pero la forma en que lo había dicho había sonado tan creíble que pensó "Quizás acompañarlo a ver de qué se trata no sea tan malo".

Había sido la peor decisión. No recordaba mucho, solo recordaba que el hombre lo había llevado a un elegante edificio cuyas paredes estaban cubiertas de cuadros de artistas famosos, diplomas y discos. Había gente elegante que lo saludaba, todo era muy agradable, cuando llegaron a su oficina Joshua le había pedido más detalles sobre cómo funcionaba su empresa, el hombre entonces le había ofrecido un trago el cual Joshua negó, pues no bebía demasiado. El hombre insistió y Joshua aceptó solo un poco.

Y pues, realmente había sido solo un poco, porque tras el segundo sorbo recordaba haberse sentido algo mareado y somnoliento, y al siguiente momento había despertado en una banca en algún parque que no reconocía, rodeado de edificios y letreros que estaba seguro no haber visto antes.

Las estaciones [JiHan/Jicheol]Where stories live. Discover now