Capítulo 3

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Voy a avisar algo; esta novela tiene re poco apoyo pero la voy a seguir ya que es cortita y me gusta. Cuando la terminé voy a resubir maquillaje y seguir escribiendola.

Viernes, 21:09 PM.
10 horas restantes.

Estaba tarareando Chica Paranormal hasta que Joaquín entró. Había parado para hacer pis, ya que el señorito no bajó en la estación de servicio y no podía aguantar más.

Sonreí cuando una loca idea se pasó por mi cabeza.

—Vamos a jugar —Joaquín me miró pícaro.

Saqué una botellita de salsa picante que en realidad se la tenía que llevar a Brenda, pero ella no iba a saber.

—Juguemos a verdad o reto. El reto es esto —le mostré la botellita. Él sonrió.

—Soy muy tolerante al picante, así que vas a morir.

—Quizás. Empeza vos, dale.

Correa se hizo el pensativo y se mordió el labio.

—¿Alguna vez quebraste? —frunci el ceño.

—¿Quién no?

—Eso no responde mi pregunta.

—Si. Quebré. ¿Alguna vez hiciste un trío?

—Ah, ¿querés preguntas picantes? Esta bien, eso vas a tener —me miró y sonrió de lado engreídamente—. Si, hice muchas veces tríos. ¿A cuántos pibes te moviste?

Mierda. Fue una mala idea esto.

Abrí la botellita y Joaquín largó una carcajada. Abri la boca y tiré unas gotas en mi lengua, mientras que Joaquín me miraba fijo. Cerré la boca y saboreé el picante. Al principio no sentí nada, pero cuando tragué sentía fuego en mi garganta.

Me tiré como pude al asiento de atrás y busqué agua. Cuando la encontré, la abrí y tome más de la mitad. El ardor fue disminuyendo y más calmada, volví a mi asiento. Joaquín estaba riéndose.

Lo miré de mala forma y pensé mi siguiente pregunta.

—¿Estuviste con alguna famosa qué no se pueda decir? —lo miré con los ojos entrecerrados, inspeccionandolo.

Estiró su mano hasta la botella y sonreí triunfante. Puso unas gotas en su lengua y cuando tragó, vi como se ponía rojo.

—¡Dame el agua! —dijo, histérico, ya que yo no le daba el agua.

—No no no —dije entre risas. Joaquín intentó sacarmela una vez más pero no pudo.

Aparcó el auto a un lado de la ruta y buscó agua en los asientos traseros. Cuando la encontró, tomó un largo trago y empezó a manejar de nuevo.

No les miento si les digo que estuvo toda una hora sin hablarme.

Tiziana, vos y tus maneras de cagarla.

12 horas » tucu correa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora