Luego de una larga caminata estábamos en la entrada del bosque Musgo Oscuro. Danna había tratado un par de veces de comenzar una conversación, pero no la había tomado en cuenta, estaba molesto, después de todo quizás era una esclavista más, me lanzaba a pelear, directo a la muerte y apostaba, por el contrario.
La elfa se había excusado diciendo que era solo para diversificar el riesgo, "No puedo poner todos mis huevos en un mismo canasto", me había dicho, pero me parecía algo demasiado frío. Sí, era verdad que me había comprado y que para todos los efectos prácticos yo no era más que un mueble a nombre de ella, pero ... yo estaba comenzando a creer que la pequeña era distinta.
—No puedes seguir molesto todo el año— me dijo en su enésimo intento de entablar una conversación.
—Oh, no estoy enojado— Le respondí secamente mientras terminaba de preparar nuestro campamento.
En un par de horas logramos reunir madera, armar una fogata y arreglárnoslas para armar una pequeña tienda donde suponía dormiría mi dueña.
La elfa sacó un par de bollos y me ofreció uno mientras se sentaba a la luz de la fogata. Ya estaba anocheciendo. La luz del sol se despedía de esta tierra por un par de horas, dando paso a la inmensidad de la noche.
Comimos en silencio mientras miraba al fuego danzar sobre los trozos de madera que se iban quemando poco a poco mientras los ruidos del bosque acompañaban la escena.
—Bueno, es hora de dormir, mañana tenemos mucho que hacer—me dijo mientras entraba a su tienda.
—Buenas noches— le respondí mientras pensaba como acomodarme cerca de la fogata para dormir. La pequeña elfa entró a su tienda y se giró extrañada. Desde dentro de su improvisada cama me preguntó:
—¿Qué haces?
—Busco donde dormir.
— Entra a la tienda ya y ven a dormir.
A la tienda... ¿Con ella?, esa opción no la tenía dentro de mis opciones y menos aún luego de todo lo que había pasado en este día.
—¿Estás segura?
—Humano, tranquilo, vamos, que no muerdo. Prometo que no te tocaré, seguirás puro y casto— me dijo riendo.
Esta chica de verdad era única en su clase, a veces actuaba de forma cuestionable pero luego hacía cosas como esta. Era impensable que un esclavista compartiera tienda o cama con su esclavo (salvo los esclavos sexuales, este no era el caso) y ahí estaba ella ofreciendo un espacio en su tienda para mí sin que le importara ¿Era su forma de pedirme disculpas por lo que había pasado durante el día? No lo tenía claro pero una sonrisa que no pude contener afloró en mi cara.
—Bueno, no puedo negar que me caería bien dormir cómodo. El tipo que me vendió nos hacía dormir en el suelo de una gran bodega, esto es un palacio en comparación a eso.
Caminé hacia la tienda, pero me detuve en seco. Oí como algo se acercaba a paso veloz.
Me gire a tiempo para ver como entraban 3 lobos de pecho plateados. Estas enormes bestias eran una de las razones por las que no se aconsejaba acampar en este bosque.
Por mi derecha aparecieron 2 lobos más y un sexto lobo por mi izquierda, Nos devorarían antes de que pudiéramos derrotarlos a todos.
—¡Ah! — Danna había salido de la tienda y soltó un grito al ver la situación en que estábamos— Esto es imposible, dejamos hechizos de seguridad activados para alejar a las bestias del campamento.
Era cierto, habíamos tomado todas las precauciones del caso, pero, aun así, estos lobos resisten la magia. Estas bestias dentadas, casi del tamaño de un caballo no eran tan peligrosas por su imponente tamaño, eran peligrosas por como podían dejar en apuros a cualquiera que se aventurara en su camino, resistiendo hechizos y pudiendo aguantar golpes de espada y flechas comunes.
Los lobos reaccionaron al grito de Danna y ahora era la miraban, listos para atacar.
Murmuré un hechizo y apunté al lobo que tenía más cerca, un proyectil de luz salió de mi mano y dio de lleno en la bestia que me dio un feroz gruñido. Los lobos de nuevo se enfocaron en mí. Luego de unos segundos se lanzaron contra quien consideraban su nueva presa.
Esquivé al primero de los lobos que vino en mi encuentro, y salí corriendo mientras las seis bestias me perseguían aullando. Mientras me perdía entre los árboles le grite a Danna:
—Sálvate.
En mi cabeza se habían genero dos escenarios, en uno, peleábamos, derrotando a un par de los lobos antes de caer abatidos por el resto. En el segundo escenario uno de los dos se sacrificaba y alejaba a los lobos, siendo la carnada, mientras el otro lograba huir.
A lo largo de mi vida había sido varias cosas, pero nunca un héroe, sin embargo, estando ahí, enfrentado a la decisión de que hacer, no había dudado en sacrificarme en post de otro. Ojalá la linda elfa lograra volver a salvo antes de que alguna otra bestia diera con ella.
De pronto uno de los lobos que me seguía se frenó en seco y rugió.
Su bramido fue tan poderoso que todo pareció vibrar, tropecé con una roca y caí de bruces. Los lobos se acercaban lentamente mientras gruñían.
En poco menos de un minuto estaba rodeado por las bestias que me mostraban los dientes aullando y gruñendo mientras se acercaban más y más.
Me preparé mentalmente, si moría me llevaría a un par de lobos conmigo al infierno. De pronto, cuando el primero de los lobos se acercaba listo para lanzarse contra mí algo surcó el aire, una flecha dorada se clavó en la cabeza de la bestia que cayó desplomada.
Estaba tan sorprendido como los lobos que miraban en todas las direcciones aullando, tratando de encontrar el origen del ataque. El viento volvió a silbar y una segunda flecha fue a dar en el cuerpo de otro lobo que se desplomó pesadamente sobre el suelo. En menos de tres minutos ya no quedaba ninguno en pie.
Desde atrás de una roca emergió Danna, con un aura asesina que la rodeaba haciéndola parecer alguien totalmente distinta a la pequeña alegre que había compartido conmigo durante todo el día.
—Malditas bestias— Murmuró, molesta.
Esa elfa que yo pensaba que estaba salvando, probablemente era mucho más fuerte que yo.

ESTÁS LEYENDO
Cómo sobrevivir a una guerra
FantasíaAngus es un mercenario que luego de ciertos sucesos terminó siendo vendido como esclavo a Danna, una elfa que busca hacerse de un lugar en este mundo asolado por la guerra que están teniendo los dos reinos más grandes del continente. Juntos buscarán...