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Jungkook se encontraba en su salón, estaba tranquilamente sentado pero comenzó a sentir miradas sobre él y pequeños murmullos a su alrededor, se hubiera levantado de su puesto pero no quería perderse la clase que vendría a continuación, de un momento a otro sintió una angustia en su pecho y sintió su rostro enrojecer.

- ¿Qué dices Tiffany? - el chico se sorprendió pues habían dejado de hablar en murmullos, eso solo significaba que posiblemente vendría una humillación pública de parte de todas esas chicas - ¿Que te hizo Jin oppa?

Jungkook sintió que todo se detenía, ¿acaso dijo "Jin"? se quedó sin aliento como si es que llegaba a exhalar su aire significará que todos notaran que estaba al tanto de la conversación.

- Fue horrible - habló aquella chica sollozando - ayer le entregué una caja de chocolates expresando mis sentimientos pero enseguida boto la caja y ni siquiera me dijo algo, se fue sin decir nada.

- ¡Es cierto! El día de ayer lo salude por el pasillo pero me respondió con un "yo no hablo con personas como tú" - habló otra chica.

Luego de su unívoca conversación, el salón se llenó de chicas lamentándose de la horrible persona que supuestamente es Kim Seok Jin. Jungkook sentía demasiada impotencia, y esta crecía pues seguía sin hacer algo al respecto.

- ¡Es horrible! ¡No tiene senti-

- ¿Podrían hacer silencio? - alzó la voz Jungkook levantándose de su asiento - El día de ayer ese tal "Jin" del que hablan pasó todo el día conmigo, así que uno, imposible que le hayas entregado chocolates y que incluso los haya botado y dos, imposible que lo hayas saludado. No pierdan su tiempo hablando de otras personas, si es que no lo conocen no deberían estar diciendo este tipo de cosas, Jin no es ese tipo de persona que intentan describir, incluso yo que lo conozco hace poco tiempo se los podría asegurar, confió en él.

Entonces Jungkook salió apresurado de su salón, ¿Qué no quería perder clases? Pues ahora es lo que más quería.

Se sentía completamente avergonzado aunque no podía ocultar que también orgulloso de si mismo.

Se le haría imposible verle a la cara de nuevo, no, no podría.

Caminaba hacia la sala del taller de música, quizás pueda despejar su mente y hacer lo que más necesitaba en ese momento, cantar.

No pensó que tiempo después se encontraría a Jin en ese mismo lugar.

Jungkook moriría de vergüenza, aunque no le gustaría hacerlo, debía de ignorarlo, por lo menos hasta que su corazón se calme cada vez que lo ve, estaba seguro que con lo que acababa de hacer su corazón se demorará aún más en calmar. 

EDITADO

¡Hey Jungkook! Creo que me gustas - Adaptación JinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora