CAPÍTULO 1

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Francia París

Tres meses después

Rido se encontraba en su habitación preparando sus maletas debido a que en todo ese tiempo había estado encerrado llorando la muerte de su amada Shizuka, sujeto sus dos grandes maletas y salió de su habitación para bajar los escalones hasta llegar a la hermosa sala donde solía pasar momento felices con su amada flor.

Hio me haces tanta falta – susurró a la nada dejando salir un fuerte suspiro – dame fuerzas cariño – pidió melancólico el Kuran al llegar a la puerta, abrir y ver como su auto ya estaba esperando por él, dejo sus maletas al mozo quien rápido realizó su trabajo.

Al cerrar bien su departamento decidió que ya era el momento para partir a su destino, mientras recordaba como su amada había muerto dejando que muevas lágrimas salieran de sus ojos bicolores aun no se resignaba que estaba muerta.

Por más que trataba de superar la muerte de su prometida no podía, toda las cosas de esa casa la recordaban a ella, los muebles donde solían sentarse para ver películas en sus fines de semana, los jardines donde solían pasar casi toda la mañana los días domingos, su recamara donde se demostraban todo el amor que se tenían.

Señor Kuran ya llegamos – informó el chofer sacando a Rido de sus pensamientos, el pelo rojizo salió, con ayuda del botones del aeropuerto que se llevo sus maletas adentro del aeropuerto, se despidió de su chofer para ingresar al aeropuerto y recordar porque había tomado esa decisión.

************ Flash back ************

Cuando me informaron de la muerte de Hio en ese momento me quería morir para mi ella siempre fue la luz de mi alma pero ahora que ya no estaba no sé como lograré vivir sin ella, al viajar a Italia fui rápido a la morgue donde me entregaron su cuerpo me dolió tanto que yo igual quería morirme en ese instante.

Realice varios papeleos para trasladar su cuerpo a Francia donde con apoyo de la amiga de mi Shizuka realizamos el velorio, varios amigos suyos me acompañaron al igual los de mi empresa estaban presentes hasta varias representantes de las agencias de modelaje vinieron a darme el pésame.

Cuando la enterraron no sabía qué hacer yo quería estar con ella, llore casi todo los días en mi oscura habitación, no quería salir de ahí era como mi único consuelo de saber que su aroma aún estaba en ese lugar, en cama, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, no podía con tanto dolor estaba por tomar la peor decisión de mi vida pero para mí ya no tenía sentido este mundo sin ella.

Todo eso cambio cuando recibí la invitación de su boda de mi sobrino Kaname que me invitaba, en ese invitación yo solo imaginaba los nombres de mi amada y el mío, quería matar al idiota de mi sobrino por ser tan desconsiderado pero me calme al saber que yo no había dicho a nadie sobre la muerte de Hio y Kaname no era culpable de nada al invitarme a su boda.

Ya había pasado un largo mes desde la perdida de mi flor y por más que trabajaba de resistir su pérdida no lograba calmar este dolor, comencé a salir a las discotecas para olvidar o mejor dicho ahogar mis penas, pero ni el maldito alcohol logró que la olvidará, más bien aumento mis recuerdos dejándome más devastado que nunca.

Mi gerente general me recomendó descansar y tomar terapia por un tiempo y lo hice caso, otro mes me llevo asistir a la dichosa terapia, asistía al psicólogo para tratar con mi supuesto problema de no querer entender que Shizuka estaba muerta pero para mí seguía viva ella me amaba mucho no sería capaz de abandonarme.

Las terapias parecían no funcionar o así lo notaba yo, en mi cabeza se fue formando que mi flor no estaba muerta que ella había viajado a Italia y pronto llegaría que yo la estaba esperando pero el maldito psicólogo me decía que no que mi flor había fallecido hace dos meses, no podía más el dolor y la angustia me estaban volviendo loco.

AMOR OBSESIVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora