"Mierd×, te quería." [HumanMafia] SansXFriskXChara

Capítulo 1

- ¿Ves al tipo de allá? - Señaló un chico con aspecto desalineado.

- ¿S-si? - Tartamudeó por el miedo que tenía al estar en brazos de ese chico.

- No te acerques a él, ni a él, tampoco a él. - Dijo con una voz susurrante, tan así que ronca.

- ¿Por qué? ¿Por qué no me dejas en paz? - Se encontraba unida por sus brazos a la cintura del chico.

- Porque te amo, y de esta manera te lo demuestro. - Le agarró el mentón y la besó. Ella trató de correrlo pero tenía más fuerza. - ¿Por qué no me amas? – Preguntó luego de separarse del beso.

- No es que no te ame, solamente me siento incómoda porque estoy amarrada a un desquiciado. - Dijo bajando la mirada a su pecho.

- Vamos, no me mires de esa forma. Por favor. Te amo, Frisk, no tienes idea.

- Si me lo demostraras de una manera distinta quizá me hubiera quedado contigo, y no con Sans.

Parecía ser de noche; estaban en un parque, delante de una hermosa fuente la cual desprendía sus chorros de agua por la cima, e iluminada a colores por debajo.

- ¿Sabes qué? Me harté. - La chica le dio un inesperado puñetazo en la nariz, se corrió y para aprovechar salió huyendo.

- ¡Ven aquí! - Gritó detrás de ella. Resultó más rápido que ella y la agarró por detrás mientras trataba de sostenerla.

- ¡Sans! ¡Sans! - Gritaba llena de esperanza, pero no vino nadie.

Sintió un pañuelo húmedo en la boca, y al respirar su sustancia, luego de unos minutos cayó rendida al suelo, dormida.

Y cuando se despertó, estaba atada a una silla; manos y pies, era imposible moverse. Tenía una venda en los ojos pero pudo sentir la presencia y la respiración de alguien frente a ella.

- ¡Ya déjame en paz, Chara! - Gritó su nombre sabiendo que era el mismo que la trajo a esta situación.

- Si no hacía esto ahora mismo estarías en brazos de Sans. El no es saludable para ti, Frisky.

- ¡Mientes! ¡Él es ahora la persona más indicada para ayudarme!

- Lo siento. - Pudo oír cómo una puerta se había cerrado, y dejó de sentir aquella presencia.

- ¿Cómo llegué a esta situación? – Dijo conteniendo las lágrimas. - ¿Por qué yo?

[Un año antes]

Estaba viajando en el auto con mi madre, mirando algo depresiva por la ventana. Me estaba mudando, tuve muchos problemas en mi antigua casa así que tuvo que tomar esa decisión, sí, hablo de mi madre.

- ¿Estás bien, mi niña? - Dijo mirándome algo preocupada por el espejo retrovisor.

Sin ganas miré hacia el espejo, donde se reflejaban los ojos bordos de mi madre alvina. - Sí, estoy genial. - Y volví la mirada al paisaje que me demostraba la ventana.

Ella es mi madre adoptiva, que ahora está yendo a los brazos de su ex esposo. Jamás lo conocí, pero tampoco me emociona hacerlo.

Mi madre se detuvo frente a una gran mansión, abundantemente adinerada, como si de billonarios se tratara. Al entrar, un gran candelabro se desprende del alto techo, y unas escaleras también inmensas había frente a tus ojos. El lugar estaba muy iluminado, también había cuadros con figuras raras y estatuas que parecían de diamante. A la cima de las escaleras, podía notarse dos tronos, y al parecer alguien ocupaba el más alto.