Si tu supieras. Undercent

702 24 6
                                    


Si tú supieras lo que he llorado por ti, con tan solo ver tu foto, tu adorable sonrisa, el lunar en tu mejilla, tus ojos tan vivos y llenos de alegría.

Si tú supieras como mi corazón se encoge al pensar en ti, se marchita, se entristece al recordar que no te podré volver a ver más que en pintura.

Si tú supieras las noches que he pasado en vela, rogando que tú estés conmigo, entre mis brazos como aquellas noches, poder abrazarte decirte lo mucho que te amo.

Si tú supieras lo que he sufrido, cada martes voy a visitar tu tumba ¿Lo sabias? Dejo tus flores favoritas, derramo unas cuantas lágrimas, me quedo allí por horas platicando contigo de lo que ha pasado abrazado a la lápida negando a soltarte.

Si tú supieras lo que he batallado por no rendirme más de una vez, muchas veces he intentado dejarte ir, olvidarte por completo, pero simplemente es imposible hacerlo, te amo demasiado como para dejarte ser libre.

Mi bello, adorado, y amado conde Phantomhive.

Vincent Phantomhive, ese nombre aún al escucharlo, hace que caiga en una profunda tristeza, un profundo dolor y un vacío.

Si tú supieras el tiempo que estuve buscando tu cuerpo por todos lados hasta que me dijeron "Quedó reducido a cenizas, lo lamento".

Me entregaron una linda caja de caoba y marfil, con decoraciones de oro. Y yo temeroso y negandome a aceptarlo abrí un poco la caja, que contenía efectivamente, tus cenizas.

Todo mi alrededor se derrumbó, me faltaba el aire, me faltaba cordura, tiempo... Pero sobretodo me faltabas tu.

¿Que acaso no lo entendías, no lo entiendes?

Yo no puedo vivir sin ti.

Y me has hecho pasar por tanto sufrimiento y dolor inimaginable, que nunca pensé en sentir.

Creeme que si no fuera un shinigami, no la habría pensado más de dos veces y ya hubiera acabado con mi vida.

Pero ¿Sabes algo? La guadañas cortan y pueden matar cualquier cosa, excepto claro otra guadaña.

Si pudieron herir de gravedad a un demonio ¿Porque no matar también a un shinigami?

Vincent, Vincent, Vincent....

Ese nombre me ha hecho sufrir, llorar, llegar al punto en el que mi cordura pende de un hilo, y si no te veo pronto dudo que pueda seguir resistiendo más tiempo.

Ese último día, era un martes, claro está.

Fui a tu tumba, y la colme de tus flores favoritas, te explique lo que iba a hacer y me abraze a la lápida, como cada martes.

Me despedí de los que lo merecían, claro está. Y era más que obvio que no les iba a decir porque tanta efusividad al despedirme.

Incluso me permití darle algunas palabras de despedida al mayordomo que siempre iba vestido de negro, yo sabía lo que él era, el sabía lo que yo era, y puedo apostar que sabía lo que yo iba a hacer.

Simplemente y con la calma de siempre, y su pequeño conde en brazos sonrió y me miró a los ojos.

-Buen viaje, undertaker.

El dijo, su pequeño lo miro desconcertado y el le restó importancia al asunto y calmandolo con un casto y tierno beso, el conde se sonrojo.

Mi interior ardía en celos y envidia.

¿Porque el si podía tener a su amado Phantomhive?

Me despedí con una sonrisa y una leve reverencia, un nudo en mi garganta se formó.

Tome mi guadaña, aún convertida en una sotoba, suspiré y me encamine al lugar donde terminaria con este sufrimiento de una vez por todas.

Al llegar al lugar, saque una foto tuya y le di un beso, justo donde estaban tus labios, podría jurar que por un momento, solo un emifero momento, pude sentir el sabor de tus labios, la calidez de tu cuerpo.

Abrí los ojos, que estaban inundados de lágrimas, lágrimas de dolor, de angustia....

Tome la guadaña, en su forma original, revise por una vez más que no hubiera nadie a los alrededores e hize lo que tenía que hacer.

Realmente el dolor que sentía en esos momentos era inimaginable, pero no era dolor físico, ese me traía sin cuidado.

El dolor que sentía iba más allá de eso, un nudo se formó en mi garganta, y tosí aquel líquido carmín que manaba por mis venas.

Podía sentir como mi vida se iba apagando, poco a poco, escurriendose lentamente como si quisiera hacer de esto un martirio.
Enterré aún más la guadaña en mi abdomen, para después salgo tembloroso sacarla y apuntar justo al corazón, de nuevo la enterré, pero al ser un shinigami morir me tomaría más tiempo.

Caí de rodillas y comencé a ver borroso, respirando con dificultad, un gran charco de sangre me rodeaba, tome tu foto una vez más, manchandola con un poco de sangre.

Lágrimas amargas cayeron por mi rostro, no podía soportar vivir sin ti, y aún en mi agonía, seguía extrañándote.

Caí tumbado al suelo, con casi nada de vida restante, lo que daría por volver a oír tu voz, besar tus labios, tocar tu piel, ver tus ojos, tú personalidad, todo de ti lo amaba, y me lo habían arrebatado.

Así que con mi último aliento, sonreí melancolicamente, y abraze tu foto, cerrando mis ojos y exhalando mi último suspiro.

Sé qué morí feliz, morí feliz al saber que ahora había posibilidades de reencontrarnos, mi bello Phantomhive.

Si tú supieras el dolor, desesperación y angustia que sentía...

Si tú supieras la intensidad, y magnitud de lo que te ame...

Si tú supieras que preferí acabar con mi vida antes de resignarme a pasar un día mas sin ti...

Si tú supieras todo eso, tal vez comprenderias el porqué de mis acciones.

Viví amándote, morí amándote, y aún así, sigo amándote. Y cómo no tienes una idea.

Si tú supieras todo esto... Si tan solo lo supieras...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Kuroshitsuji One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora