Capítulo 1

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Un ruido sordo y ensordecedor me despierta a las seis de la mañana. Ayer me dormí leyendo 'La ladrona de libros' y olvidé cerrar la ventana, y ahora los jardineros de las narices han encendido su maquinaria. Después de levantarme de la cama (lo que me lleva unos quince minutos), bajo las escaleras dando tumbos y me topo con mi hermana en la cocina. Lleva puesto un vestido verde que le llega hasta la rodilla y su melena rubia está perfectamente peinada. Desde la sartén en la que está friendo unos huevos me llega un olorcito cálido y mi tripa gruñe. Después de hechar un vistazo al salón y comprovar que mi madre no está, me dirijo a mi hermana:

-¿Gin, dónde está mamá?

-Ha salido- se limita a contestar.

Esa respuesta tan vaga me pone de los nervios, así que vuelvo a preguntar:

-¿Dónde?

Me hecha una miradita de reojo y replica:

-Al súper. Si fuera tú me lavaría el pelo, lo llevas hecho un asco.

Me la quedo mirando unos largos instantes antes de espetar:

-Vete a la mierda.

Acto seguido, suelta una carcajada y me guiña un ojo. A veces me pone de los nervios.

Subo corriendo a mi habitación y me visto. Me pongo mis gafas de montura negra, hago la cama y enciendo mi portátil. Compruevo mi correo; tengo dos mensajes de Jas, mi mejor amiga. El primero de ellos dice:

'Alice, mi querida empollona, mis vecinos se mudan a Francia y mi instinto me dice que Channing Tatum me espera detrás del Mercedes que acaba de aparcarse en la acera. Deséame suerte'.

El siguiente e-mail me saca una sonrisa:

'Falsa alarma. Una pareja de viejos acaba de bajar del coche. :('

A Jas y a mi nos encanta Channing Tatum, y mi amiga tiene la esperanza de que algun día lo conoceremos o, al menos, conoceremos a alguien tan guapo como él. Le gusta fantasear con ello desde que vimos la película 'Magic Mike'. Yo prefiero leer y ver películas. Me encanta Harry Potter, y Jas se burla de mí diciendo "Algun día me tienes que presentar a tu amigo Harry Popotter para que les haga un conjuro a mis padres tipo 'tacañerianis expulsiendus' y me suban la paga de una vez". Jas siempre se queja de que el cuarto de su hermano mayor, James, huele a calcetines podridos, pero eso es porque no vive en el barrio más sucio de todo Nueva York, como yo.

Mi casa es muy grande para sólo tres personas, como ya se lo he señalado a mi madre muchas veces, pero no me hace caso, para variar. Cuando estoy en el piso de arriba y quiero hablar con alguien que está abajo tengo que gritar, y es muy molesto. Siempre se oye a mi madre "a comeer!" y, como Gin siempre está escuchando música y no se entera de nada, ella sale a la calle y grita por la ventana. No sé qué pensarán los vecinos de nosotros, pero seguro que nada bueno. Tampoco es que importe demasiado, ya que nosotras oímos muchas veces al vecino soltando improperios delante de sus hijos menores de seis años.

Compruevo mi blog de reseñas y leo algunos comentarios que la gente ha puesto en mi última reseña sobre 'La quinta ola'.

Después, bajo las escaleras dispuesta a zamparme unos huevos revueltos cuando algo me detiene. Aguzo el oído. Las máquinas de los jardineros han dejado de darme la lata. Suspiro aliviada y salto los dos últimos tramos de escalera.

Los jardineros recogen sus trastos y entran en casa dispuestos a irse. Entro en la cocina, no sin antes echarles una ojeada, y me quedo de piedra al darme cuenta de que sus ojos no tienen pupilas, son completamente blancos. Los dos hombres se despiden y salen por la puerta principal.

Mirada PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora