Capitulo XIV

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Quebrada

- no puedo hacerlo...- pronuncio con la voz temblorosa y quebrada llena de temor incluso de lo que decía, se sentía idiota y estúpida porque su cerebro no era capaz de procesar todo esa circunstancia, no pasaron más de dos segundos cuando de esos hermosos ojos esmeraldas brotaron lágrimas traicioneras que cruzaron sus mejillas, sus finas manos empezaron a fallarle y temblaron dejando caer su arma opacando sus soyozos con  el ruido metálico impactando en el suelo. El silencio por unos momentos se hizo presente, matando una pausa en lo que pasaba, Fei apuntando hacia Gill mientras a su vez el sostenía de la cintura a la quebrada Roshell.

Su sonrisa burlona y orgullosa de mostró más que nunca, reflejando una dentadura perfecta aunque estuviera podrido por dentro.- vez muñeca? No puedes hacerlo, jamás podrás dañarme.- afirmó el, parecía que la conocía más el que ella misma.- soy el hombre que siempre verás en tus sueños, sea para bien o para mal muñeca.- ella no contesto, no había palabras o voluntad para hacerlo

- esperen... Se conocen?! - preguntó inocentemente Fei sin terminar de entender todo lo que pasaba frente a sus ojos, en si mente no terminaban de encajar las piezas. Gill solo sonrió sin siquiera contestarle, se levantó de su asiento y acerco aún más a la chica acunandola en su pecho pero ella no parecía no reaccionar a eso pero no levantaba la frente, para ella solo era su persona y la infinita tristeza que sentía por si misma.

- no dirás nada? Cariño nos vemos después de un largo tiempo y no dirás nada?...- su respuesta fue un largo silencio, frío y seco- y dime... Cómo está el chico ese de la vez pasada? Sigue en el hospital? Ya sabes el alto... Albino, ese idiota que pensó que podría contra mi.- ella se tensó al escucharlo, cómo se atrevía de pronunciar algo así y se pudo apreciar esa mirada que los que lograron verla no vivieron para contarlo, llena de irá acumulada con el tiempo alzó la mirada y lo miro, sin titubiar lo miraba directa y fríamente.- dije algo que llamo tu atención? Debes admitir que el no se compararía ni con mis talones.

- el es muy distinto a ti- lo contradijo rápidamente sin pensarlo dos veces, lo empujó por los hombros y le dió la espalda.- tu eres un sucio y estúpido ser que a causado mucho daño, el solo... Solo es un chico noble, mejor que tú y que muchos.

- cierra la boca Roshell!!- grito el enojado, la tomo bruscamente del brazo para girarla y acercarla a el, la sonrisa burlona desapareció de su rostro como arte de magia y en su lugar aparecío un semblante serio y enojado- pero, claro...- rio- solo estás confundida, el a estado jugando contigo.

- mientes!

- claro que no, encerio por el estás armando todo este teatro?? Que te a dado el que yo?!!

- Seguridad!! - grito sin pensarlo dos veces pero poco a poco se dejó caer de rodillas- me rompiste... - pronunció quitándose finalmente un peso de ella, si bien se sentía rota ahora a la vez le llega un poco de alivio a su alma- me rompiste de tantas formas... Te odio, te odio más de lo que me odio a mi! El solo trata de armar todo lo que tú destruiste... - con sus manos tomo su gargantilla y tiro con fuerza de ella y se la aventó a los pies- esto tú lo hiciste y cada mañana me recuerda lo ciega y estúpida que fui por ti... Y lo débil que soy ante ti... Te aborrezco tanto pero no puedo... No puedo terminar esto...- pronunció débilmente, pero se sintió bien liberando todo aquello que guardó durante tanto tiempo. Levantó su rostro chocando la mirada con el y le sonrió, una sonrisa sincera, con una mano levantó su katana mientras que con la otra tomaba la mano de este. Lentamente coloco la katana sobre su cuello y la mano de el sobre el mango.- mátame...- susurro. El a un principio la miro sin entender todo pero después de unos segundos tomo con firmeza el arma dispuesta a tomar la vida de la chica.

Pero un sonido en seco se escuchó deteniendo el tiempo por unos segundos, Gill soltó la katana y sostuvo su mano que fue perforada por una bala. La azabache giró su rostro anonadada en dirección a su acompañante que hasta ahora recordó que se encontraba ahí, lo miro serio, calculador y con cierto aire de temor, dió pasos firmes hacia la dirección de ella sin dejar de apuntar a Gill. Una vez la tuvo enfrente la tomo del brazo levantandola.

- Eres lo peor de lo peor, no puedo creer que alguien como tú haya sido capas de dañarla así! - apretó el gatillo impactando contra el pecho de el- ella te quiso y le pagaste así?! - disparó una vez mas- no mereces tu estúpida y patética vida - y volvió a jalar el gatillo por una tercera vez. Se giró a verla cuando noto que esté caía al suelo.- Vales más que esto ... - pronunció el peliazul antes de marcharse por la puerta sin mirar atrás, dejándola sin palabras.

LOS CROSSWELL. El Secreto De Un Corazón MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora