Broken Paradise

Capítulo 6: Sorpresa inesperada

     Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos sentado a hacernos la misma pregunta, ¿Habré hecho algo mal? Muchas veces la respuesta a todas las preguntas que nos hacemos nunca llegan, esas preguntas quedan colgando de un hilo por siempre. Siempre llega esa persona que nos hace perder la poca cordura que restaba en nuestro cuerpo, nos hace olvidar todo y es como vivir en un sueño porque lo gracioso de todo es que mientras te encuentras en ese sueño eres capaz de hacer de todo pero una vez despiertas te das cuentas de todas las locuras que cometiste y es ahí cuando tomas la decisión de olvidar. Nuestro personaje, Elián cayó en ese tipo de sueño que lo está volviendo loco, el amor ha tocado su corazón.

     Un día Elián se encontraba en su universidad tomando su última clase de ese día cuando de repente el profesor anunció que ya su clase había terminado por ese día. Elián tomó dirección hacia la casa de Esteban, tocó su puerta pero nadie respondía. Decidió pasar por su trabajo por si de casualidad alguna éste se encontraba en algún turno de la tarde, raro porque Esteban trabajaba en las noches pero nada perdería con pasar por allí. De camino al bar se cruzó con un grupo de estudiantes de su universidad, ese grupo de estudiantes al que nadie les habla porque digamos así que son los populares del sitio. Elián al verlos decidió coger el camino más largo hacia el bar cuando de repente aquellos idiotas comenzaron a reírse de él.

-Miren donde va el rarito de la universidad. ( Indicaba una mujer que se encontraba en el grupo mientras dejaba salir una carcajada)

    Elián sin darle mucha importancia escogió una canción, su favorita, se puso sus audífonos y siguió caminando y pretendió que las cosas que aquellos imbeciles decían y sus miradas no le hacen daño alguno pero a quién le mentía a ellos o a si mismo. Siendo honesto creo que se mentía a si mismo porque su cara dejaba a la vista que algo le había sucedido, en su mente se preguntaba si había hecho algo mal para que la gente lo tratara de esa manera. Durante largas noches se sentaba en una esquina de su habitación o subía al tejado de su casa a ver las estrellas y mientras lo hacía se podía ver sus lágrimas caer por su mejilla. Mientras la luz de la Luna se reflejaba en su rostro él lloraba, tenía ganas de gritar. Pensaba en su familia y si aún podía recuperarla y por qué la sociedad en la que estaba viviendo era tan estúpida como para tratarlo de esa forma, era un ser vivo, no una abominación. Cuando se encontraba en su soledad cerraba sus ojos y al abrirlos podía ver su familia caminando por su casa, él se acercaba e intentaba tomar sus manos pero cuando lo hacía su mano los traspasaba, obviamente era su don que le permitía tener ese recuerdo vivo y lo hacía a menudo para no sentirse solo pero una vez encontró el amor lo dejó detrás, se olvidó de su familia por un tiempo.

     Aquella tarde que salió en busca de Esteban al bar al llegar se encontró con que él no estaba allí así que decidió irse a uno de sus sitios favoritos, el bosque. Ese bosque estaba lleno de todo tipo de criaturas como aves de todos los colores, ardillas y su animal favorito, las nutrias, Elián solía pasar su tiempo allí cuando quería huir de su hogar por algún tiempo. Al llegar al bosque se sentó frente a un río y al otro lado del río podía ver las nutrias como jugaban con el agua y las ardillas recorrer el sitio en busca de comida. Su parte favorita era sentarse allí a escuchar como el agua recorría por los canales del río, además de que allí se encontraba una de las cascadas más grandes de ese pueblo. Se preguntaba donde estaba Esteban y porque no había sabido nada de él en todo el día. De repente comenzó a llover con toda la fuerza posible, corrió hacia su casa que se encontraba a un par de kilómetros. Al llegar a la puerta no encontraba sus llaves, de repente se abrió la puerta. Al abrirse la puerta dejó al descubierto a aquél guapo chico del que Elián estaba enamorado, Esteban tenía una sonrisa en su rostro.

-¿Buscabas esto? (Preguntó Esteban mientras jugaba con las llaves y sonreía por lo empapado que estaba Elián)

-Justo eso buscaba, por cierto donde te metiste en este día, te busqué, tenía tantas ganas de verte. (Le dejó saber Elián mientras se quitaba la chaqueta que llevaba puesta para poder abrazar a Esteban)