pupilas cerradas, ojos pesados

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hoy te recordé mientras un chico
de cabellos negros y piel morena
recitaba unas dulces metáforas
sobre un piano negro,
ahí dejaba su alma, su voz quedó
atrapada entre esas finas lineas
del dolor y la soledad, donde
ni las notas más graves del
instrumento pudieron salvarlo,
entonces terminaron su sufrimiento
componiéndole una etérea
melodía

allí estabas tú, metido en las
entrañas que me pertenecen, o
ese corazón al que le robaste más
de un suspiro, vi tu imagen
esclarecerse de entre la oscuridad
de una sinfonía llena de penumbras
y sabores agrios, el veneno
de mis labios ansió mucho por
quemar tu piel, incinerar el recuerdo
que baila conmigo por las noches o
alejar la monotonía que forma tu
nombre sobre mis oídos al retenerlo
durante más tiempo del estimado

ahí quedó en el aire tu sonrisa
titubeante, o los ecos de tu voz que
ahora descansan sobre la colina
más alta del olvido

sublime amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora