Nadé hasta la orilla
y no encontré mas que agua,
mas que restos mojados
de recuerdos quemados.Un hedor nauseabundo colmó el paisaje,
llenando la arena de oscuridad
y de lamentos las caracolas.Me recosté entre los cadáveres de la naturaleza,
a esperar que el cielo cayera;
las montañas desaparecieran;
dejaran de llover mis ojos
y mi alma,
oh mi alma,
se funda con el aire
y dé paso a la calma.
ESTÁS LEYENDO
Errante
Poetryversos inconexos. No quiero ir nada más que hasta el fondo. Pequeño tributo a Alejandra Pizarnik.