En su majestuosa mansión, aún sin amueblar, no cabía una persona más. Sirvientes, amigos y socios, lo saludaban efusivamente y hablaban con él. Sus hijos, vestidos de gala, charlaban sonrientes con los invitados. Se acercó a su hermosísima esposa y le susurró: "Por fin tenemos la vida que te prometí". Debía de haber polvo en la caoba, pues una lágrima brotó de su ojo.
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Historias Fugaces - Microrrelatos
Short StoryCon toda humildad presento esta compilación de diversos microrrelatos. Intento que mis historias cuenten con temáticas variadas, de acuerdo a lo que la inspiración dicte, desde la escena de un crimen horrible hasta la desilusión que produce un amor...