Corazon Gótico

capitulo 4

[Michael]

*Otro maldito día en este mundo lleno de conformistas y la única razon que me mantiene cuerdo no sabe de mis sentimientos.*

Era una mañana como cualquier otra, pero en el dormitorio Michael seguía acostado había fingido estar enfermo para no ir a clases, Al levantarse se dirigió a la ducha pero Pete ya se encontraba ahí.

Tenía la duda si entrar o irse.

Se fue después de haber observado cada rincón de ese pequeño y pálido cuerpo que lo volvía loco, se recostó en la cama y sentía como su entrepierna se sentía cálida

-michael ya es hora de irnos- el pelirrojo salió de la ducha mientras sacaba sus cabellos

- Me siento fatal ve tu-

- um? Quieres que te lleve a la enfermería?-

- Solo vete-

El pequeño solo tomo su mochila y salió de la habitación. Michael no soportaría un minuto mas cerca de él sin sucumbir ante las ganas de poseer ese cuerpo pero pese a su reacción anterior y que ni han tocado el tema quería contenerse para no alejarlo. Sin el Michael perdería su razón de vivir.

Recordó el momento en que se enamoró de el, el maldito día en que se dió cuenta que podía sentir algo por alguien.

Un puto día más en la escuela secundaria de south park, Michael un chico con la etiqueta de gótico estaba cansado de todo, del mundo, de sus compañeros, de sus maestros todos unos malditos conformistas, sus padres un matrimonio que decía ser perfecto, su madre murió al dar a luz y su padre se volvió a casar con una mujer asiática, toda su vida se le repetía ser el vivo retrato de su madre.

*Coño no soy ella, ella me dejó yo debo morir ¡MIERDA!*

Ese día Michael tomo el arma de su padre y se dirigió a la secundaria, quería terminar con todos ya tenía todo perfectamente planeado, pero algo no andaba bien, Pete, ese desgraciado había asistido a clase le había dicho a su grupo que no fuera no quería involucrarlos ellos habían sido su único refugio durante años.

No sabía si continuar o abortar no sabía lo que Pete haría al respeto y si tratara de interponerse en su camino, entró sin mirarle y al mirar a su asiento noto una pequeña caja negra con un listón rojo y una pequeña nota doblada.
La nota decía:

Feliz cumpleaños!

Por tanta rabia el había olvidado que ese día era su cumpleaños se hizo un nudo en su pecho y garganta al recordar que también era el aniversario de muerte de su madre, Pete se acercó a él

- Oye yo se que no querías que vinieramos por tu cumpleaños, pero bueno pensé que esto te gustaría-

Michael abrió la caja con cuidado

Era un bello anillo negro en forma de murciélago y en el centro un talismán rojo. Por un insignificante momento sintió su cara enrojecida y sus ojos apunto de colapsar, cerro la caja y miro a pete, rara vez sonreía, y Michael nunca había notado lo bien que le quedaba.

- Gracias, quizá esté cumpleaños no sea tan miserable-

Pete puso su mano sobre el hombro de su compañero - Vayamos a fumar, quieres?-

- Pero apenas empezarán las clases-

- Que se jodan, es tu cumpleaños-

Ambos fueron a la parte trasera de la escuela y encendieron sus cigarrillos, Michael no podía desviar la mirada del humo que salía de los rosados labios de Pete, y de alguna manera de olvido de su odio por un segundo.

Ese pensamiento le hizo volver en si y decidió salir de esa habitación a tomar un poco de aire, camino hasta llegar a la cafetería y entro por un café.

En la caja se encontraba ese chico rubio que se había vuelto muy amigo de Pete, este le recibió con una sonrisa.
- Bienvenido que deseas tomar?-

- Un americano-

- Al igual que Pete, hace un momento llegó a pedir dos, pensé que uno sería para ti-

Al escuchar eso sintió una incomodidad, pensar que Pete compraría café para alguien más, aunque de cierto modo el era quien le evitaba.

- Venía con alguien? -

-mmm creo que ví un chido que se detuvo afuera hablando con alguien más, pero no estoy seguro de si venía con pete-

Tweek le entregó el café y este salió sin decir más.

*Que debo hacer Pete, dímelo por favor, que está agonía es cada vez más insoportable*