El destino cruza caminos

El Comienzo De La Historia

Este es el segundo capítulo de mi historia, ahora veamos que se dará para esta pareja. Espero y sea de su agrado.

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Punto de vista de Ave:

Las cosas habían ido de la mejor manera, no me había topado con el Reaper aquel, iba y venía al mundo humano haciendo que humanos nacieran, animales, pequeños brotes de plantas y flores. Lo que aún me dolía era saber que también morían y tanto él como su señor se encargaban de recogerlas haciendo que casi se nos fuera la fuerza vital a mi señor y a mi.

La jornada iba tranquila hasta que al llegar a un descampado pude notar a esa molestia recostado contra el tronco de un árbol, un pequeño cerbatillo se acercó a él y sentí mi alma caer a mis pies cuando este levantó su mano tocando al pequeño animal, corrí para evitar que lo matara, pero este me vio y escapó haciendo que el quedara con la mano extendida mirando en dirección donde el pequeño animalito había corrido, giro mirándome y pude ver esa aura negra salir de él, mi cuerpo se estremeció y me preparé para el ataque.. Pero este solo se fue dejándome ahí de pie, me acerque a donde este había estado sentado observando por un largo rato recordando como el Reaper había mirado con tristeza la huida del animalito. El cerbatillo regresó mirándome algo curioso, extendí la mano para que se acercará pero el parecía estar buscando algo o ha alguien ignorando que le había tendido la mano para tocarlo, ofateo el lugar que el Reaper había ocupado antes y cuando me acerque este golpeó mi pierna con su cabeza para luego huir del lugar, al parecer estaba molesto por haber ahuyentado a su amigo, suspiré caminando hacia mi próximo destino, el hospital.

- Bien..ahora creo que metí la pata hasta el fondo... Tendré que disculparme, pensé que lo lastimaria... Pero acabe lastimando a este - Suspiré algo cansado, me abrace a mi mismo y me anime a continuar con mi trabajo, sin embargo, no me lo topé en ningún momento y la única vez que lo sentí cerca, su aura desapareció de forma inmediata. Algo me decía que estaba evitandome y cada vez sentía que había hecho mal al asustar al pequeño cerbatillo de su alcance. El llanto de un bebé se escucho por el pasillo y me encamine a la sala donde esté se encontraba, al llegar lo sentí, miré como este estaba parado a un lado de la madre quien comenzaba a perder la batalla haciendo que mi pecho se estrujara ante su plática final.

Mujer: - ¿Debo irme? ¿Y él? ¿cómo quedará? Estará sólito.. Yo.. No puedo dejarlo sólito.. Te lo ruego.. Te lo suplico, aún no - suplicaba esta, pero sabía que no podía hacer algo, su misión como dijo mi señor, era recolectar el alma de los que mueren para poder reencarnar a su siguiente vida y aunque me costaba aceptarlo, era parte de una cadena.

R: - Lo siento.. Pero no puedo hacer nada, estaría quebrantando una regla si cambio tu destino... El pequeño estará bien.. Debes partir - su voz sonaba dolida a pesar de mantenerse firme, se notaba tenso pero podía sentir su pena.

El llanto de la mujer me hizo sentir inútil y cuando iba a intervenir, algo me hizo detenerme, el había colocado su mano sobre su frente dejando emanar de este una luz azul, que acabó retirando cundo la luz se apagó de esta para luego desaparecer del lugar, la máquina comenzó a sonar normalizandose el ritmo cardíaco de la mujer, mi sorpresa fue mayor al escucharla pedir a su pequeño para ver, debía haber partido desde que el la tocó, pero no había pasado eso y ahora esta abrazaba besando al pequeño con tanto amor. Lleve mi mano al pecho al darme cuenta de lo sucedido, el había infringido una regla y eso podría causarle problemas serios, debía encontrarlo lo antes posible y el único lugar era la casa de su señor, por lo que me dirigí ahí para esperarlo.

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Punto de vista de Reaper:

Estaba agotado, llevaba días sin poder descansar del todo, trabajo y demasiados problemas entre el dios creador de vida y mi señor eran alarmantes, consolaba a este cada que llegaba devastado, curando algunas heridas ya que habían avistamientos de plagas, incluso había tenido que luchar contra ellos varias veces y esta no había sido la excepción. Ahora estaba sentado debajo de ese árbol a la espera del pequeño cerbatillo que llegaba puntual, desde que él lo había creado asistía todos los días por un momento, ya que estaba herido cuando lo encontré y cure su herida hasta que pudo levantarse de nuevo, al parecer este me tomó cariño. El ruido de la maleza y ese sonido especial me hizo saber que había llegado, estire la mano al verlo salir para que se acercará a mí, por lo que al tenerlo cerca acaricie tiernamente su cabeza, pero al parecer este día solo iba de mal a peor, el ave más fastidioso de todo Ithis había aparecido de la nada gritando que no lo tocará y  haciendo que el pequeño corriera asustado, miré su ruta de huida con algo de pesar ya que me había apurado para llegar a tiempo y no hacerlo esperar, pero como siempre él lo había arruinado estaba realmente furioso por lo que sin poder evitarlo mi aura escapó de forma intempestiva, pero pelear no era la solución. Me Levanté y me fragmente lejos para continuar con mi trabajo, me sentía cansado, triste y molesto al mismo tiempo, cada que él aparecía en algún lado, recolectaba el alma y desaparecía para no toparmelo, sabía que era infantil de mi parte, pero no podía hacer nada más.

Mi trabajo en el hospital casi terminaba un alma más y debía marchar a mi hogar, esperar a mi señor y ver que este estuviera bien, tranquilo y a salvo para poder ir por fin a descansar. Entre a la sala donde una mujer moría, no había más, estaba débil y el parto había sido demasiado difícil, los médicos sabían que moriría, dejando al pequeño sólo. La mujer al sentirme me suplicaba vivir por su hijo, no pensaba en nada más que en su bebé, la súplica y su llanto desgarrador hizo que fuera en contra de todo; rompí una regla; alargue su tiempo de vida hasta que el pequeño estuviera mayor, después debía partir por lo que había hecho un trato con ella, debía crecer al pequeño y hacerle un buen hogar, luego ella debía partir cuando su hijo creciera con o sin haber realizado su parte del trato, por lo que ella aceptó.

R: - Te dejaré cuidar de él, pero debes hacerle un buen hogar, cuando el pequeño tenga 15 deberás marchar, sin oponerte, de lo contrario el ocupará tu lugar - hable con seriedad, estaba arriesgandome a seguir existiendo o peor, volverme una plaga.

Mujer: - Lo acepto, por favor... Acepto, solo quiero lo mejor para él, me iré sin oponerme cuando llegue el momento.. Gracias, gracias - dijo la mujer desesperada. Suspiré resignado, sabía que esto me causaría un gran problema pero esperaba que no se enterarán por ahora de lo que había hecho. Recité aquellas palabras que había aprendido leyendo el libro de las eras y solo rogaba a Ithis que sirvieran, dejando escapar mi energía hacia la mujer hable en aquella lengua antigua.

- Perchè u putere di piglià a vita, aghju dà u dirittu di allargà u vostru destinu un pocu di più. Ma quandu u finalità di u cuntrattu venga, a vostra sentizione scopra -

Una vez terminé con el pequeño conjuro me aleje de esta al escucharla agradecerme y me fragmente del lugar, estaba agotado y realmente mi última acción había acabado con mi energía, dejándome exhausto. Al llegar al jardín de la casa de mi señor caí de rodillas, el pecho me ardía, mis ojos se llenaron de lágrimas y el aire me faltaba, una voz pude escuchar por encima de mis pequeñas quejas, un toque cálido me rodeo haciendo que me aferrará a este tratando de encontrar estabilidad.

A: - Tranquilo.. Todo estará bien.. Estoy aquí.. Solo trata de respirar despacio.. ¿Quieres que te lleve a la enfermería? - ofreció con voz preocupada. Al escuchar que este me decía que si deseaba ir a la enfermería, me aferré a su ropa y negué tratando de hacerme entender.

R: - Ngghh-no.. Por.. Por fa-vor, a la enfer-meria no.. - dije tratando de que mi voz no se quebrara o ahogara. Este aceptó a no llevarme, me ayudo a levantarme de mi lugar y nos adentramos al templo de mi señor, caminando hasta donde estaba mi habitación, al entrar me llevó a la cama recostadome en esta con sumo cuidado mientras se quitaba la capucha descubriendo su cabeza. su cabello negro y el tono de piel idéntico al dios al que servía se hizo notar debajo, llevó su mano a donde tenía la máscara que usaba logrando ver unos hermosas turquesas que me miraban y estaban opacadas por la preocupación.

R: - Tranquilo.. No moriré - dije soltando una risita seguida de una queja a causa del dolor aun persistente en mi pecho, me miraba como si esperara por algo, por lo que lleve mi mano izquierda a mi rostro, pero este la tomó bajando mi mano.

A: - No.. No estas obligado a hacerlo.. Solo.. No lo hagas por obligación - dijo con modestia, pero era mejor estar frente a él al descubierto, ya que me había mostrado su rostro.

R: - No puedo tenerla por siempre... - volví a llevar mis manos a mi rostro quitando la máscara que lo cubría haciendo desaparecer la capucha de mi cabeza y el sombrero que acompañaba mi vestimenta al estar trabajando. Su rostro era casi un poema, sus mejillas se tiñeron de rojo y yo solo deseaba que ese momento no terminará...

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He tenido que corregir la historia quitando, cambiando y agregando cositas para que quede mejor.

Agradezco a quien lee mi historia...

Espero no seguir dejando abandonado este bonito proyecto.

Hasta la próxima ❤️