La historia de Jessica Stanley

Capítulo 2: Incertidumbre

Jessica.

Vale, había estado bebiendo demasiado y quizás note cosas que no debería. Al menos esa era la respuesta que quería porque me negaba a aceptar la atracción que sentí cuando vi a Paul.

Estaba saliendo con Mike, estaba enamorada de el, había sido mi sueño desde que lo conocí en la guardería y no voy a dudar de lo que siento por un momento raro con uno de los amigos raritos de Bella.

Ahora mismo tendría que estar comiendo con las chicas pero me siento incapaz de moverme de mi cama debido a la resaca monumental que tenía.

Estaba tan tranquila mirando el techo de mi habitación tumbada en posición muerta cuando mi móvil empezó a sonar. De mala gana vi que se trataba de Bella

-¿Como es que tu no te estas muriendo?, dije celosa 

-Porque no bebí cantidades industriales de cerveza. Jess tu novio dice que muevas tu precioso culo y vengas a ayudarnos a pintar su garaje

Note a Bella bastante animada y eso era un logro porque había estado bastante deprimida desde que se marcharon los Cullen.

-Voy 

Me puse en tiempo recor una camiseta básica y unos vaqueros y como mis padres estaban de viaje continuamente no tuve que darle explicaciones a nadie.

El tiempo era una mierda pero eso no era nada nuevo en Forks. Con ganas de ver a Mike me apresuré para llegar pronto a su casa.

Cuando aparqué la puerta de su garaje estaba abierta y se veía cubos de pintura por todos lados. Mike no tardó en salir a recibirme con un beso que yo le devolví gustosa. Besar a Mike me producía calma y tranquilidad, era como si me sintiese segura con el. 

-¿Como va esa resaca linda?-dijo el con una sonrisa

-No quieras saberlo, mejor me pongo antes de que mi cerebro explote.

Pasamos la tarde entre risas mientras hacíamos un desastre en el garaje de Mike, como distracción no estaba funcionando porque no dejé de pensar en Paul ni un momento.