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Dejé a Perrie dormida sin necesidad de alguna pastilla, tomé mi bolso y salí de su casa con dirección a la mía, ahora tengo que resolver el tema de la boda con Jed.

¿Cómo es que se le dice a tu prometido que no te quieres casar con él, que te diste cuenta de que no lo amas porque aun sigues amando a tu ex de hace 4 años? ¿Cómo?

¿Por qué se le ocurrió esa estúpida idea de adelantar la boda? ¿Por qué complico más las cosas?

"Se sincera y el lo entenderá" pensé.

Al fin y al cabo él no me puede obligar a nada pero... ¿nuestro departamento en Francia? ¿Mi trabajo?

Igual yo tenía planeado quedarme en Inglaterra ahora que mi mamá no está, no puedo simplemente irme y retomar mi vida sabiendo que mi hermano y mi papá necesitan de mi y yo de ellos.

Tengo que hacerlo, cueste lo que cueste.

Llegué a mi casa y con una cobardía enorme entre a esta, la sala estaba desordenada producto de la fiesta. Con el primero que me encontré fue con mi papá.

- Regresaste - habló, el estaba barriendo el piso de la sala.

- Si - murmuré

- ¿Todo bien con Perrie? -

- Todo en orden -

- ¿Y Jed? -

- A eso vine - el asintió.

- Suerte - "gracias papá verdaderamente la necesitaré" pensé, sonreí algo forzada y luego subí al mi cuarto, donde probablemente estaria Jed.

Cuando entré vi a Jed sentado en el escritorio, revistas en pila a un lado y estaba escribiendo en un cuaderno, al percatarse de mi presencia volteó.

- Cariño al final llegas - corrió a abrazarme, yo, algo ida le correspondi - Ven - me jalo y me sentó encima de sus piernas - Estaba viendo revistas de boda, mira este adorno, y mira esta torta, realmente están bellas -

Diablos Jed.

Era ahora o nunca, se que le dolerá la noticia, pero debo hacerlo.

- Jed - murmuré, aún que la idea era que me salga una voz firme.

- Lo sé lo sé, a las novias les gusta planear todo esto solas pero, solo estoy dando mis opiniones, nada mas preciosa - me dió un pico en los labios.

- No Jed - me levanté como un rayo de sus piernas, el me miró extrañado, ya no hay marcha atrás.

- Jed yo - vamos Jade, piensa en tu felicidad - yo no puedo casarme contigo - solté sin anestesia alguna.

El silencio reino en la habitación y la boca de Jed que antes estaba abierta, ahora se había cerrado clavando la mirada en algún sitio desconocido de la habitación.

- Perdón, no es mi intención herirte pero, no puedo casarme contigo, los siento - dije con delicadeza.

El no decía nada, su silencio me estaba preocupando y desesperando, me pone más tensa el saber que puede gritarme o reaccionar mal, me asusta.

Él se levantó del asiento - ¿Desde hace cuanto? -yo lo mire con desconcierto.

¿Me esta preguntando desde hace cuanto lo engaño o qué?

Aún no respondo, no quiero embarrarla más - No entiendo -

- ¿Desde cuando te diste cuenta que no me amas? - ves la iba a embarrar.

- Yo te quiero Jed, pero no es cariño de novio y menos de esposos, eres una gran persona y pienso que no soy suficiente para ti, debes encontrar a alguien que si te corresponda - así como yo encontré a Perrie.

- Desde cuando Jade, necesito saberlo - ahora se empezó a exaltar.

- Hace unas semanas - respondí cabizbaja.

- Qué coincidencia, justo cuando llegamos - me miró, podía ver en sus ojos enojo y no era para menos - ¿Te encontraste con alguien aquí? ¿Tal vez con tu ex? - Ok esto es increíble.

- Jed, antes de que inclusive me llamen para decirme que mi mamá estaba mal, yo ya tenia la duda de casarme o no, solo que no estaba muy segura -

- Creo que no puedo hacer nada al respecto - se tomó la cabeza y sobo su cara, mostrando cansansio - Pase las últimas 5 horas viendo revistas por nada -

Odio la parte donde me hacen sentir mierda.

- Lo siento -

- Sí tan solo me lo hubieras dicho antes de la fiesta, todo sería menos complicado y vergonzoso -

- ¡Jed perdón en serio, me siento muy mal por dentro porque se me acumularon varias cosas y no se como comportarme, solo entiendeme, si quieres molestarte conmigo hazlo! no veo la razón por que no lo hagas -

Lo escucho suspirar - No lo estoy -

Ahora sí lo mire confundida.

- No del todo, tu mamá dijo que me asegurase de que te haga feliz, si casarte conmigo no asegura tu felicidad, entonces yo te dejo libre - quede fría - tampoco quiero ser un estorbo. Me imagino que no volverás a Francia - el sonrió pesadamente - Yo sí - se metió al baño y yo quedé en medio de mi habitación con algunas lágrimas en los ojos.

Ya pasó, me dije a mi misma.

Ya pasó...








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Cambio Por Amor ~~J.T~~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora