Alba y Fin

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Con la luz del alba

de un verano cálido, seco

y sin vida fuera de las casas

desperté; las luces del alba

anunciaron la llegada

del fin de mi Alba.


Velozmente corrió la noticia

de que te encontraron muerta,

apaleada y con cortes en tu casa,

supuestamente por tu pareja.


Al ser tu hermano,

no de sangre, sino de sentimientos,

y al no haber ningún pariente cercano

en este pueblo, me dejaron pasar:

fui el primero del pueblo,

excepto la vecina que te encontró,

que vio la ira que dejaron en tu cuerpo

de tantos golpes y cortes.


Nunca pude imaginar

que un ser humano

pudiera hacer

semejante acto

en esta era

en donde hay paz

en donde no hay guerras

y en un pueblo

que nadie odia a nadie.


Aunque se negaron

los policías de homicidio,

te cogí en brazos y te bajé

para que te vieran todos,

para que vieran

lo que te habían hecho:

maltratado,

como si de un simple animal

que se queja de cualquier cosa

te trataras, como si no tuvieras

la mínima importancia.


Pedí un último deseo:

se levantase mi gente, mi pueblo

y me ayudasen a llevarla

a su lugar predilecto: el mar.


Por turnos

caminamos

hacia el mar

durante media hora.


El último en llevarla fui yo.

antes de dársela al mar,

abrí sus ojos para verlos una última vez.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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Aquello que te escondíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora