⏩Cαpιτυlο ι

240 45 1
                                    

Ραrτε 3.

Cαριτυlo ι

"Ραdrε"

Se suponía que la boda sería en sueños, aún que se lo tomó como una mala broma de chicos. Cada día se veía peor la cosa, tanto que fueron a pedir ayuda para la boda. Se hubiese negado de no ser por que el rey aplaudió y aceptó que el sacerdote fuera ayudar.

Señores, no deberíamos pensar tan precipitado. Son jóvenes, se arrepentirán.

¿Por qué?.

Los cuentos que nos leíste hablaban que vivían felices toda la vida ¿Mienten? —se decepcionó y en un berrinche ahorraría el universo más cercano.

No siempre es así. Los libros dan una realidad que se desea o inesperada.

Se encontraba apurado en el Palacio, así como era costumbre. Esta vez tenía más trabajo. Había quedado en ayudar a sus dos hijos a organizar la boda y para facilitar su trabajo sería en aquel Palacio, aún no habían hecho público el compromiso. Que alegría, había tiempo para arrepentirse. Contradiciendo sus deseas de igual forma deseaba que todo saliera bien. Se encontraba aún molesto y preocupado por el que diran, hay que mantener la calma. El rey estaba realmente ilusionado con presenciar dicha boda, a la vez le causaba felicidad saber que estos  habían encontrado con quien compartir el resto de su vida. Pero gritaba de ira cubierta de capas de desesperación y agonía. La capa que cubría todo era la hipocresía y mentira.

Todo iba de maravilla, pero en cuestión de tiempo se complicaron las cosas. Era imposible atender al rey, cosa que nunca había sucedido y mucho menos en sus épocas de mayor tensión. Optó por traer a Son Goku, lástima que fuera un pendiente más. Confío en su hijo y se lo dejo en sus manos. Whis es algo distraído en ocasiones, el kaio-shin ni hablar, nunca sería tomada en cuenta su palabra. Arriesgó el multiverso y dejar a los reyes con un mortal. Bien, a su regreso debía restablecer los universos. Nada importante por delante.

Llegaron, los recibió con cortesía y guió en silencio hasta llegar a la presencia de los reyes. Anunció al mortal. Un punto a su favor, serviría la distracción, se encontraban realmente felices de ver a su amigo. Después de algunos minutos y observar las acciones que se llevaban a cabo el sacerdote se fue atender los asuntos referentes a la boda: invitaciones, flores, adornos, cocineros, etc. No permitiría ningún error en el gran día de sus hijos, nada tenía que estar fuera de lugar. "Y es por eso que... cada cosa debe ser... cada detallito incluyendo lo más chico sera...". Ya me entienden con eso. Aún a los dioses , kaio-shin, hasta inclusive a resto de sus hijos no se les había mencionado nada. Les harían llegar las invitaciones lo más pronto posible, todos se llevarían una gran sorpresa.

Si me disculpan tengo que resolver algunos asuntos —amablemente el sacerdote se despidió.

Claro, tomate tu tiempo.

El gran sacerdote salió del lugar, pero su hijo empezó a sospechar. Sabía que su padre aún teniendo pendientes se quedaría hasta que Goku, el kaio-shin y él se retirarán a su universo.

—¿Sucede algo con el gran sacerdote? —se atrevió a preguntar.

No, nada —contesto con simpleza.

Nada a sucedido —ambos Reyes sabían que sucedía , pero le habían prometido al gran sacerdote no decir nada por primera vez— Solo está ocupado.

Habían muchas incoherencias y fingió estar satisfecho con la respuesta. Aumentarla curiosidad ¿Qué podría ser tan importante? ¿Qué sucedía?¿Acaso el gran sacerdote tenía problemas?.

Pasaron dos horas , el gran sacerdote apenas  había llegado estresado. Jamás había organizado cosas tan complicadas como ahora. Sólo tenía en su lista: reuniones con dioses, torneos de batallas campales, juegos, cumbres universales... nada igual.  Siempre las reuniones eran improvisadas y no tenía por que decorar y verificar los más mínimos detalles, en pocas palabras eran cosa simple y cotidiano. Pensaba en todo lo que podría faltar y de ser así la boda sería un desastre, sus hijos le pidieron algo sencillo, pero no podría permitir tal cosa. No quería quedar mal ante nadie, su orgullo no se lo permitiría, tenía que ser inolvidable.

Whis se preocupó al ver a su padre distraído, por lo cual se acercó al para preguntar — querido y honorable padre, ¿Le ayudó en algo?.

No.

¿Está seguro? —insistió el hijo. Pese a la negativa ordenó los papeles lo que provocó fastidiado en el padre. Callo y miró a otro lugar.

Estoy algo ocupado — fue lo único que contestó para evitar discusión, su hijo le miro por algunos segundos y después se alejó con las manos en alto.

Después de ello, los invitados se retiraron, el padre no miro a su hijo ni este a su padre. Tuvieron una despedida cortante y respetuosa. El padre se sintió mal, pero no podía concentrar su atención en ello. Se lo pensó en repetidas ocasiones tanto que recordó una fecha importante.

—Señor Whis, noté que se ausentó un instante.

—He hiciste un espléndido trabajo mi estimado kaio-shin.

Ciclo De Vida de un angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora