Cαριτυlo ιιι

190 36 7
                                    

Mojito se alejó del noveno universo. El Dios , el kaio-shin y el Ángel quedaron en silencio. No sabían que decir, aun que había mucho que hablar. 

Es un gusto volver a verla —, hizo una reverencia. Tomo su mano y la beso.

¿Quisiera conocer el universo?, supongo que quiere dejar sus cosas. Lo mejor será que descanse. Tómese su tiempo —Rou ya ni sabía lo que decía por los nervios.

Si, tiene razón. Siendo sincera no le avise de mi llegada al gran sacerdote, si ustedes me permiten.

No hay problema, será mejor que se  apresure —dijo el Dios—. Nosotros llevaremos sus cosas a su habitación . Cuando regrese le mostraremos el palacio.

Me parece perfecto —una sonrisa en su rostro hubiese sido suficiente al agradecer — gracias.

El ángel no tardó en  salir del palacio para llegar pronto al de Zen oh sama. Gracias a los portales que transportaban a cualquiera, el sacerdote la recibió.

Fue extraño.

¿Qué fue extraño? —pregunto el kaio-shin sin comprender a lo que se refería el Dios.

¿Por qué Mojito se disculpó?.

Supongo que son cosas de hermanos. Aun que ella no me agrada mucho —confeso.

En realidad, Makora era hermana de los ángeles solo que no compartían padre.  No había problema con esto, ya que todos los Ángeles mostraban diferencias que los haría únicos.

El ángel llegó al Palacio del Rey de todo, no tardó mucho para que el gran sacerdote apareciera. Al verla sonrió. Ella no sabía que hacer, hace mucho que no se encontraba en aquella situación, después de algunos segundos hizo una reverencia.

Es un honor estar ante usted.

El honor es mío —. El gran sacerdote parecía no estar apurado o molesto. Todo lo contrario, se mostraba alegre y atento— desde hace mucho no había tenido la oportunidad de volver a ver a una de mis hijas.

Tiene razón, fue un largo tiempo. Sigo sin comprender por que usted me llama hija sabiendo que sólo fui un error.

—Yo no diría eso — Trato de no pensar en el pasado — Será  mejor que entremos.

 En el camino, el gran sacerdote noto que la chica se ponía triste al recordar su origen y el por que estaba ahí, esa sensación de abandono. Contaré un poco.

"Después de algún tiempo, aún siendo pequeña el gran sacerdote la había adoptado. Ella creyó que su suerte cambiaría, pero los hijos de su nuevo padre no la aceptaban. No entendió en ese momento las razones por las cuales no la querían. Jamás hizo algo a sus hermanos. Las cosas seguían igual hasta que un día en una discusión de dos de ellos, gritaron:

 'Por tu culpa nuestro padre y nuestra madre se enojaron, todo mejoró cuando mamá le mintió a papá y te abandono. No comprendo como nuestro padre fue capaz de traerte de regreso . Por tu culpa mi madre murió '.

Las palabras que recordaba eran las más agradables y hacia un resumen general. Las malas trataba de no escuchar y encerrarse en su burbuja. El gran sacerdote siempre la apoyo desde la primera vez que entro a su vida. Dejando atrás aquel detalle y la muerte de su madre, no había sido su culpa. 

El gran sacerdote le empezó a buscar cuando su esposa le confesó haber tenido una aventura con otro y como resultado una hija que abandonaría, pensando que estaría en un peligro con él. Se equivocó, ya que él era consciente que no prestaba la atención suficiente a su familia. Ella no tenía el derecho de abandonar a su hija. Quien realmente era el culpable, eran sólo ellos. Aquella niña no tenía la culpa de los actos, era ajena al problemas. En el fondo el sacerdote se sentiría destrozado, pero eso no le impedía amar. Al inicio se molesto, pero no sería capaz de hacerle algo a un ser indefenso y menos si realmente fue uno de los tantos caprichos de su madre".

Antes de venir ante usted fui al noveno universo. Estuve con Mojito. Él salió diciendo que era hora de marcharse, pero no le veo , ¿Aún no a llegado?.

Estuvo aquí , justo antes de que tu llegarás el se marchó. Le pedí que se encargará de algunos asuntos — ambos siguieron caminando — ¿Te a dicho algo malo? —, temía que su hijo fuera cruel con su hermana.

No —recordó lo sucedido — bueno fue algo extraño lo que pasó.

¿Extraño? —ya esperaba la queja—. Espero que esta vez no te  haya  dicho nada malo que pasará los límites, tendré que hablar con él.

No es necesario, de hecho es todo lo contrario de lo que piensa —, se detuvo y volteó en su dirección —, se disculpó. Me abrazo y hasta incluso me llamo hermana.

¿Estas hablando de Mojito?.

Si, de él . Créame , lo dijo con tal sinceridad que hasta yo pensé que era otro, pero sigue siendo él.

Me alegra saber eso.

¡Señor! —uno de los guardias que aguardaban la seguridad de Zen oh sama, se acercó corriendo al gran sacerdote quien sólo le observo— han traído las invitaciones, pero dos de sus hijos quieren hablar con usted, dicen que es importante.

Que pasen y los espero en la biblioteca.

¿Quiere que repartamos las invitaciones?.

No, aún no. Antes quisiera asegurarme que son como esperaba —el guardia le entregó la invitación que tenía en la mano— Gracias.

¿Para que son las Invitaciones?.

Espero y no lo tomes mal. Dos de tus hermanos se casarán, supongo que es momento de dar el aviso.

¿Cómo que se van a casar?... ¿Quienes? —. Tenía muchas preguntas — ¿Está de acuerdo?.

— No. Nunca lo estaré, ya veré que hacer para impedirlo.

¿Quiénes son?— la pregunta no fue respondida. Sólo caminaron hasta llegar a la biblioteca — ¿Me dirá quienes se casarán?.

¿Qué hace ella aquí?

Debes estar tranquila, no creo que sea bueno enojarte.

Pero...

Nada de peros — Korn miro a la otra, luego miro a su padre e desaprobatoriamente—  sentimos llegar sin avisar, pero nos acabamos de enterar que...

¿Qué sucede? —la mirada y sonrisa que mostraban la felicidad del gran sacerdote, se terminó.

Por favor no se enoje — sus palabras mostraban temor — es que nosotros... Yo...

— ¿ Ustedes son los que se van a casar ? —  sorprendida y más por que ella ya había entendido a que se refería Marcarita. Ya había visto aquella situación alguna vez— Los felicito.

Gracias —, agradeció Korn sin mirar a la chica de ningún modo.

¿Cómo que Felicidades? — cuestiono confundido y molesto el gran sacerdote.

Es que lo que trata de decir Marcarita es que espera un bebe — Makora se alegró y le sonrió para agradecer que ella dijera su situación. Korn se alarmó por la forma en que su padre recibió la noticia, mientras el gran sacerdote no decía nada y sólo miraba a su hija.

— ¿Cómo es que sucedió?...  digo ¿Quién es el padre? — pregunto molesto Mojito que iba entrando— ¿Cómo te haz atrevido, Marcarita?.


Ciclo De Vida de un angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora