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Levanto de mi cama y lo único que oigo es alboroto, pisadas que corren de un lado al otro y pequeños siseos que me alertan de presencias externas.

Sin hacer ruido cojo la pistola que se encuentra bajo el colchón y espero tras la puerta para así escuchar cualquier movimiento que se acerque hacia mí.

Los pasos se acercan sigilosos.
Mi respiración de acelera de excitación.

Abren la puerta y espero a poder ver algo que me pueda alertar, noto que es un hombre fornido y con la espalda ancha, su uniforme es oscuro me avisa que es un policía, logro ver que en la manga de su chaqueta sobresale una pulsera con una cruz dorada, sin siquiera ver su rostro disparo hacia su pierna y éste grita del dolor mientras se retuerce, se tapa la boca para hacer silencio y así no levantar a nadie de las habitaciones próximas.

Falla en el intento y veo a Andrea acercarse corriendo con su pantalón de pijama y su arma en mano.

-¿Estás bien enana?- me observa cautelosamente intentando ver si tengo algún rasguño, luego ve al hombre que se agita en el suelo mientras ensucia mi suelo con su sangre- Mierda nos han encontrado.

Su mano se dirige hacia el botón verde a su derecha y al apretarlo suena la alarma activando las luces de seguridad, logro ver como todos salen de sus habitaciones armados y corren hacia las direcciones planificadas con posterioridad sabiendo que esto algún día podría suceder.

El hombre se sigue retorciendo mientras grita algo en italiano que logro entender, antes de que continúe apunto a su cabeza y descargo el arma.

Andrea me observa, más no dice nada acerca de lo ocurrido.

Con la mirada perdida me acerco al hombre y veo su rostro aún con los ojos abiertos, con la mano los cierro y me dispongo a coger mi mochila preparada para ocasiones de emergencia.

Sigue mis movimientos con la vista, puedo sentirlo. Me volteo en dirección hacia la puerta y salgo por ella mientras me giro para decirle unas palabras.

-Recoge tu mochila y sal de aquí.

Sin esperar una respuesta de su parte salgo con el arma en mi mano.

Todo en este preciso momento es muerte, gente que se golpea, dispara o acuchilla. Unas manos capturan uno de mis brazos, giro mi cara para ver la procedencia de este acto y logro ver un rostro conocido.

Otro agente. Sólo que a este le conozco, ha hecho varios tratos con el clan y se lleva cierto dinero de la venta de los estimulantes, nos ha traicionado.

Esta persona presiona con fuerza mis extremidades mientras me arrincona contra la pared con una sonrisa, cansada de esta situación en la que ni siquiera forcejeo golpeo mi frente contra su nariz y le doy una patada en la entrepierna, paso por debajo de su antebrazo, se lo giro hasta el punto en el que con un simple y pequeño movimiento se podría romper.

-Tu madre debe de estar avergonzada de parir escoria como tú.

Tras decir eso retuerzo su brazo hasta ver el hueso sobresalir, doy la última patada y salgo de ahí antes de que alguien intente algo así de nuevo.

La parte de atrás está abarrotada de personas impacientes que quieren salir de este caos, veo la ventana por la que salía a escondidas, salgo por ella de un salto para caer en el arbusto de siempre y ver mi motocicleta aparcada, me aproximo sacando las llaves del macuto lista para ir al punto de encuentro ya establecido.

×××

Miro frustrada la pantalla del  teléfono mientras este apunta que son las 5 de la mañana, llevo esperando aquí dos horas mientras veo que van llegando todos con sus equipajes, muchos me saludan mientras camino, otros lloran la ausencia de algún ser querido que aún no llega o simplemente ha muerto, sólo me limito a observarlos mientras intento buscar a Andrea o Patrick .

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2018 ⏰

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